La temperatura media subirá en España hasta 7 grados en verano, habrá más olas de calor y lloverá menos. Este es el panorama que para el siglo XXI dibuja el primer macroinforme sobre el cambio climático en España, realizado por 400 científicos, y hecho público ayer, víspera de la entrada en vigor del Protocolo de Kioto. Los efectos no se harán esperar: el nivel del mar puede subir hasta un metro, lo que podrá causar la inundación de un número importante de playas y que los deltas del Ebro y del Llobregat queden anegados.

Ante este panorama, Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra denunciaron que las emisiones de dióxido de carbono (CO2) han aumentado un 40% desde 1990. A su juicio, la situación es "difícil", ya que a pesar de estar entre los países a los que se permite elevar emisiones un 15% "se ha triplicado el límite".

MÁS CALIENTE

Habrá más olas de calor en el interior

Según los cálculos elaborados por el Ministerio de Medio Ambiente, en el interior peninsular las temperaturas aumentarán entre 5 y 7 grados en verano y entre 3 y 4 grados en invierno, según la hipótesis más pesimista, y un grado menos, según el otro cuadro de probabilidades. En la periferia de la península y en Baleares, el calentamiento será dos grados menor que en en el interior, y en Canarias tres grados inferior en verano y dos grados menor en invierno.

La elevación de las temperaturas irá acompañada de más olas de calor, como la registrada en el verano del 2003. Según el especialista José Manuel Moreno, catedrático de Ecología de la Universidad de Castilla-La Mancha y director del estudio, esa ola --que causó 6.000 muertes-- se puede atribuir al cambio climático en un 80%.

MENOS LLUVIA

España dispondrá de un 22% menos de agua

El incremento de las temperaturas, según la investigación, irá acompañada de un descenso de las precipitaciones en primavera y, especialmente, en verano. Es previsible que en invierno las lluvias aumenten en el noroeste peninsular y disminuyan en el sureste. En cualquier caso el descenso será máximo en todo el territorio, salvo en Canarias.

El cambio hará que los recursos hídricos bajen hasta un 22% a finales de siglo. El impacto se manifestará sobre todo en las cuencas del Guadiana, Segura, Júcar, Sur y Guadalquivir, y en Baleares y Canarias. Las zonas más críticas son las semiáridas (parte de Valencia, Almería y Aragón), en las que las aportaciones pueden reducirse hasta un 50% sobre el potencial actual.

SUBE EL NIVEL DEL MAR

Adiós a muchas playas e inundación de los deltas

El principal problema en las regiones costeras, como Cataluña, será el aumento del nivel del mar, que podría subir hasta un metro a finales de siglo, según la previsión más pesimista. Las zonas más vulnerables serán los deltas y las playas confinadas. Esta elevación podría causar la pérdida de un importante número de playas, sobre todo en el Cantábrico, así como la inundación de buena parte de las zonas bajas, como los deltas del Ebro y del Llobregat, la Manga del Mar Menor y la costa de Doñana.

También amenazará, según los expertos, la localización de infraestructuras y asentamientos turísticos actuales, así como los destinos y periodos de vacaciones. Además, el turismo se verá afectado por el incremento de las temperaturas, que modificará los calendarios de actividad.

MÁS GAS INDUSTRIAL

España se apartará más del tratado de Kioto

El cambio climático, que sólo favorecerá a la agricultura de la región atlántica, augura pesimistas repercusiones en la salud humana. Las olas de calor, más frecuentes e intensas, provocarán una mayor mortalidad y subirá la incidencia en España de enfermedades transmitidas por mosquitos (dengue, enfermedad del Nilo Occidental, malaria) y garrapatas, así como un agravamiento de los problemas de salud derivados de las altas concentraciones de partículas contaminantes en la atmósfera.

José Manuel Moreno apuntó que la población mayor de 65 años y las personas de "salud comprometida, que padecen asma, bronquitis o enfermedades cardiovasculares" son los más vulnerables. El experto recordó que la ola de calor del 2003 se cobró 30.000 vidas en Europa.

MÁS ENFERMEDADES

Volverá la malaria, el dengue y la encefalitis

El cambio climático, que sólo favorecerá a la agricultura de la región atlántica, augura pesimistas repercusiones en la salud humana. Las olas de calor, más frecuentes e intensas, provocarán una mayor mortalidad y subirá la incidencia en España de enfermedades transmitidas por mosquitos (dengue, enfermedad del Nilo Occidental, malaria) y garrapatas, así como un agravamiento de los problemas de salud derivados de las altas concentraciones de partículas contaminantes en la atmósfera.

José Manuel Moreno apuntó que la población mayor de 65 años y las personas de "salud comprometida, que padecen asma, bronquitis o enfermedades cardiovasculares" son los más vulnerables. El experto recordó que la ola de calor del 2003 se cobró 30.000 vidas en Europa.

EL ECOSISTEMA

Los animales y plantas se verán alterados

El calentamiento que sufrirá España afectará a animales y plantas, ya que favorecerá la expansión de nuevas especies invasoras, y algunos ecosistemas acuáticos continentales pasarán de ser permanentes a estacionales, y otros desaparecerán. Los cambios que sufrirán esos ecosistemas acuáticos afectarán a la conservación ambiental y a sectores como el turismo, la protección ambiental, el abastecimiento de agua y la pesca continental. En los ecosistemas marinos se reducirá la productividad de las aguas.

Además de desajustes entre animales predadores y sus presas, el cambio climático alterará, según el informe, la actividad de algunas especies (migraciones y reproducción) y puede producir una mayor virulencia de parásitos y un aumento de las especies invasoras.