Un bebé de siete meses falleció el sábado por la noche tras sufrir un accidente de tráfico junto a su madre y sus hermanos, de 6 y 8 años, en un barranco anegado por las intensas lluvias en Càlig (Castellón). La mujer, de 27 años, y sus dos hijos mayores pudieron ser rescatados y permanecen estables. Durante el fin de semana se registraron importantes precipitaciones en varios municipios castellonenses. Benicarló, por ejemplo, acumuló 217 litros por metro cuadrado en dos días.

El suceso se produjo sobre las diez de la noche, cuando el turismo en el que viajaba la familia sufrió un accidente por la fuerza del agua del barranco de Les Tosses de Pandols, a su paso por el camino que va desde Càlig a Peníscola.

La mujer salió con sus hijos del vehículo para intentar huir a pie, pero fueron arrastrados por el agua. Los bomberos pudieron rescatar a los dos niños y a la madre e inmediatamente se activó un dispositivo para localizar al bebé. Su cuerpo, sin vida, fue encontrado sobre las tres de la madrugada a 900 metros de distancia del punto del siniestro.

Los tres supervivientes del accidente fueron trasladados al hospital de Vivars con síntomas de hipotermia. El centro informó ayer por la tarde de que permanecían estables y en observación.

LLUVIAS INTENSAS La intensa lluvia caída en pocas horas durante el fin de semana causó daños en más de un municipio de Castellón. Los 217 litros que se registraron en Benicarló desde las seis de la tarde del sábado anegaron calles, arrastraron contenedores e inundaron vehículos.

En Cervera del Maestre se contabilizaron 72 litros por metro cuadrado, 50 de los cuales cayeron en tan solo una hora. En la provincia de Valencia, las precipitaciones dejaron hasta 37 litros en la localidad de Picassent.