Leonardo Galán es el director de la residencia de mayores Santa Isabel de Torrejoncillo y es el presidente de la Asociación Lares en Extremadura, grupo que cuenta con 24 residencias y hogares de mayores en la región, casi todos están en pequeñas poblaciones. Cuenta con una plantilla de 560 trabajadores y da servicio a 1.170 mayores en sus centros en Extremadura. Lares es uno de los principales grupos a nivel nacional con un millar de residencias en todo el país, con 54.000 usuarios y casi 35.000 trabajadores. Antes de empezar la entrevista, Galán quiso mostrar su agradecimiento a los trabajadores de las residencias, a la solidaridad que tantas personas les muestran con sus aportaciones de mascarillas hechas por ellos mismos y a los ayuntamientos, parroquias y centros sanitarios que se esfuerzan cada día en luchar contra la situación creada por el coronavirus.

-¿Cómo se está viviendo la crisis sanitaria en los centros y hogares de mayores que Lares tiene en la región?

-En nuestras residencias, mientras no haya algún contagio, los residentes no son portadores de nada, de momento solo son receptores, por eso debemos extremar las medidas de protección para protegerlos a ellos. Es muy necesario contar cuanto antes con los equipos de protección individual.

-¿Qué material les falta?

-Dos cosas fundamentales. Por un lado los EPIs (guantes, mascarillas, gafas, trajes de protección...). Y luego los test de detección rápida del coronavirus porque para nosotros son fundamentales porque nuestro personal está en la primera línea de la batalla.

-¿Cómo están supliendo esa falta de material tan necesario?

-Con materiales más simples, con mascarillas quirúrgicas, guantes y los que hemos utilizado hasta ahora en situaciones normales, pero actualmente a lo que nos enfrentamos es a una situación de excepcionalidad y de alto riesgo.

-¿Quién debe suministrarles ese material tan necesario?

-Nuestro proveedores de siempre no tenían tantos equipos en stock y se han quedado enseguida sin ellos. Ahora se gestiona a través de la administración pública. Entendemos que se debe repartir en los hospitales y centros sanitarios, pero nuestro personal también atiende al grupo de población más vulnerable al coronavirus y necesitamos trabajar con más medidas de seguridad. El número de personas vulnerables en nuestros hogares es muy elevado y los recursos son muy limitados. Si confinamos de manera preventiva a todo nuestro personal, nos quedamos sin recursos para trabajar y para atender a los residentes, por eso es fundamental y tan importante que podamos contar con esos test de detección rápida.

-¿Qué explicación les dan para que aún no les hayan dado ese material?

-Estamos esperando a que nos suministren ese material. Lo que sí hacemos todos los días es comunicar a la administración la situación a la que nos enfrentamos y las carencias que hay, insistiendo en que necesitamos EPIs y test. No te dan una fecha y necesitamos esos EPIs porque son necesarios para desarrollar nuestro trabajo. En las residencias de mayores, como hacen en los hospitales y en los centros sanitarios, trabajamos en la primera línea y con el grupo de población que es más vulnerable. También hemos puesto a disposición de la administración toda nuestra infraestructura de hogares y residencias.

-¿Por qué no intentan comprarlos ustedes directamente?

-Lo hemos intentado en todos los sitios, pero el mercado al que accedemos nosotros habitualmente no cuenta con ellos. Confiamos en la gestión del gobierno, pero no llegan. Es una carencia que tenemos nosotros y somos conscientes de que también la tienen en los centros sanitarios. Entendemos la dificultad, pero es que se trata de una necesidad perentoria y urgente.

-¿Qué medidas están tomando para que no se propague el virus en sus residencias y hogares?

-Hemos cerrado completamente el acceso, salvo para los trabajadores, y también hemos anulado las visitas y las salidas de los residentes. Los proveedores no entran, dejan las mercancías en los patios y nosotros las recogemos. La convivencia diaria entre los residentes puede facilitar que se propague el virus, cuando detectas un contagio ya tienes varios.

-¿Cómo están los residentes?, ¿qué piensan de todo lo que está ocurriendo?, ¿cómo lo viven?

-Hay residentes de todo tipo, pero son comprensivos. Se intenta explicarles todo con toda la claridad posible. Lo que estamos haciendo es facilitar las videollamadas para que así vean a sus familiares y todo esto no les parezca tan duro. Hay una línea de comunicación abierta en todo momento para mantener esa relación con el familiar que está fuera. Y luego por nuestra parte se informa a los familiares de la situación en la que se encuentra cada residente.

-¿Cómo están los trabajadores sabiendo que no tienen los medios más adecuados?

-Están siendo unos titanes trabajando en estas circunstancias. Gracias a ellos siguen las residencias funcionando. Están muy comprometidos y siendo conscientes de la situación que se está viviendo. Están demostrando una gran profesionalidad.

-¿Cuánto tiempo aguantarán con esta situación?

-Mientras no tengamos contagios. El miedo que tenemos es que esos contagios lleguen antes de contar con los materiales necesarios. Ojalá no tengamos que utilizarlos nunca porque no haya ningún contagio. Pero se daría una situación muy grave si llegaran esos contagios antes de tener aquí los equipos adecuados.

-¿Se han planteado el tener que cerrar algunos hogares?

-Cerrar no. Todos esperamos que no se llegue a situaciones como la ocurrida en Santiago de Alcántara. Estamos saliendo adelante porque no hay contagios. Hemos extremado todas las medidas y hemos evitado que el virus entre. Aquí lo fundamental ahora es que lleguen los equipos y medios necesarios porque protegiendo a los trabajadores de las residencias y hogares se está protegiendo a los mayores.

-¿Se ha planteado, como se ha hecho en otras comunidades, que los mayores se vayan a casas de sus familiares?

-Cada autonomía tiene su regulación, en algún sitio se ha planteado, pero aquí no ha salido ninguna normativa en ese sentido. Estamos siguiendo al pie de la letra los protocolos que se han establecido. Es una situación nueva, nunca se ha vivido una experiencia como esta. Estamos siguiendo todas las indicaciones de las autoridades sanitarias.

-¿Ha habido bajas entre los profesionales de sus centros por miedo o temor a un contagio o a trabajar en unas condiciones que no son las adecuadas?

-Los trabajadores están respondiendo muy bien. Nuestras residencias son hogares no hospitales, muchas de nuestras residencias están en pequeñas poblaciones de la región y hay un vinculo afectivo entre los residentes y los trabajadores, que lo sienten como algo propio, por eso ese afán de protección a los mayores.