Fue un nacimiento amargo. El famoso tenor Luciano Pavarotti, de 67 años, fue ayer padre de una niña que pesó 1,75 kilos y a la que llamarán Alicia. Pero lo que empezó siendo una doble alegría, ya que Nicoletta Mantovani estaba embarazada de mellizos, acabó como un mazazo. Dos meses antes de la fecha prevista, la compañera sentimental del tenor (ambos en la foto, el 23 de diciembre del 2001 en Washington) tuvo que someterse el lunes a una cesárea y el varón que esperaba nació muerto.

Las complicaciones empezaron la semana pasada, cuando Nicoletta, de 33 años, ingresó en un hospital de Bolonia (Italia) para someterse a unas pruebas, ya que un tercer feto sin desarrollar había complicado un embarazo considerado de riesgo. Los médicos detectaron que uno de los bebés, el varón, no recibía oxígeno, y optaron por la cesárea. Una portavoz comunicó ayer que la madre y la niña están bien, e intentó poner palabras al dolor del tenor al conocer la muerte del niño: "Sin duda, ha sido uno de los peores días de su vida".

BEBE EN LA INCUBADORA

La niña, que está en la incubadora, es la primera hija de Nicoletta, que empezó a hablar de boda y embarazo en 1997. El largo y multimillonario divorcio de Pavarotti y su exesposa, Adua, puso palos al enlace, además de costarle 118 millones de euros (19.633 millones de pesetas). Es de suponer que las cosas de la biología retrasaron la boda.

Durante más de cinco años, el tenor italiano y la que fue su mujer durante más de tres décadas protagonizaron una ópera bufa en la que también tuvieron su papel las tres hijas del matrimonio, de edades entre 35 y 40 años. Una de ellas convirtió a Luciano Pavarotti en abuelo el pasado mes de abril.