El secuestro este jueves de dos logistas de la oenegé Médicos sin Fronteras en el campo de refugiados somalís de Dadaab (en el norte de Kenia) es el tercero que afecta a cooperantes españoles en Africa en los últimos cuatro años.

El 26 de diciembre del 2007, otras dos mujeres cooperantes de MSF, la médico leonesa Mercedes García Valcarce y una compañera argentina enfermera, fueron secuestradas cerca de Bossasso, en la región semiautónoma somalí de Puntland, donde participan en un programa de nutrición.

Una semana después, ambas recuperaron la libertad tras una negociación en la que se implicó el entonces embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, quien solo meses después, en abril del 2008, tendría que lidiar con otro secuestro, el del atunero vasco ''Playa de Bakio'' por parte de piratas somalís.

Tras el ''Playa de Bakio'', Martín Cinto hubo de implicarse en la resolución de otros dos secuestros de españoles en la zona, el del fotógrafo español José Cendón, también en la región de Puntlandia en noviembre del 2008, y en el 2009 con el del pesquero ''Alakrana''.

Hasta la fecha, el secuestro más reciente que afectaba a cooperantes españoles fue el de los tres catalanes de la oenegé Barcelona Acció Solidària, que se prolongó durante más de tres meses para Alicia Gámez y hasta casi nueve para sus compañeros Albert Vilalta y Roque Pascual.

Los tres fueron secuestrados en Mauritania por Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que les trasladó posteriormente a Mali.