Una testigo destacó ayer las contradicciones de uno de los imputados en el caso Marta del Castillo, Francisco Javier Delgado, porque al principio le dijo que desconocía a la menor desaparecida y a las pocas horas reconoció que la había visto, y afirmó que en piso del crimen olía a lejía.

Susana G.G., la madre de Alejandra, la mejor amiga de Marta del Castillo, aseguró en su testimonio ante el tribunal que enjuicia la muerte de la menor que Delgado, hermano de Miguel Carcaño, el asesino confeso, le dijo el día de la desaparición de la joven sevillana que no la conocía y poco después le reconoció que incluso la vio en el piso en el que la mataron.

La testigo afirmó que la madrugada posterior a la tarde del sábado 24 de enero de 2009, cuando desapareció Marta, participaba en las labores de búsqueda junto a otros vecinos y llamó por teléfono a Delgado para preguntarle por la menor y este le aseguró que no la conocía.

A las cinco de la madrugada del 25 de enero, la testigo, junto a otro adulto, se desplazó hasta la casa de la calle León XIII de Sevilla, donde presuntamente mataron a Marta, y allí se encontró con Carcaño y con su hermano, que cambió de versión y le dijo que conocía a la menor y que incluso ese día la vio en el piso. "Había un fuerte olor a lejía" en la casa, aseguró la testigo, que preguntó a Miguel Carcaño qué sabía de la menor. Este le respondió que había dejado a Marta junto a su casa sobre las 21.15 horas y que no sabía nada más de su paradero.

Antes de esa testigo han declarado tres menores de edad que la tarde del 24 de enero de 2009 estuvieron con el entonces menor de edad apodado el Cuco bebiendo copas en dos "botellones" distintos y al que conocían porque eran compañeros del instituto.