Los consejos de la Conferencia Episcopal Española sobre la familia provocaron ayer una avalancha de críticas y pusieron de acuerdo a partidos políticos y asociaciones que no acostumbran a compartir el mismo punto de vista. El texto, hecho público el lunes, aconsejan a jueces y abogados que opten entre negarse a tramitar divorcios y "cooperar con el mal". También culpa a la revolución sexual de la crisis de la familia tradicional y de la violencia doméstica.

Incluso el Gobierno, a través del ministro Zaplana, discrepó de la opinión de los obispos, y la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (APM) respondió que los jueces están para aplicar las leyes.