Al menos nueve personas fallecieron ayer en un tiroteo que tuvo lugar en un centro comercial de la localidad estadounidense de Omaha (Nebraska), entre ellos el autor de los disparos, informó la portavoz de la policía local, Theresa Negron.

Además, otras dos víctimas fueron ingresadas en un hospital local y al cierre de esta edición permanecían en estado crítico, agregó Negrón, en una conferencia de prensa improvisada celebrada a las puertas del centro, que recibe una media de 14 millones de visitas.

La portavoz de la policía explicó también que el centro comercial había sido cerrado y la gente fue desalojada del mismo.

El pistolero, a falta de tener más detalles en la medianoche de ayer (hora española) sobre su identidad y las causas que le llevaron a cometer la masacre, se suicidó, según Negron.

En las imágenes difundidas por las cadenas locales de televisión se pudo ver cómo el centro fue rodeado por las fuerzas de seguridad y los bomberos, mientras que varios helicópteros sobrevolaban el lugar. Se da la circunstancia de que en esta misma ciudad estuvo ayer el presidente Bush, quien participó en un acto para recaudar fondos.