El incendio de Guadalajara se cobró ayer la primera víctima política. La titular de Medio Ambiente de la Junta de Castilla-La Mancha, Rosario Arévalo, presentó su dimisión asumiendo así la responsabilidad de la supuesta mala gestión de una catástrofe que se ha cobrado 11 vidas y ha arrasado 12.000 hectáreas.

La consejera formalizó su renuncia en una reunión con el presidente de la comunidad autónoma en la que le entregó una carta donde explica que "las circunstancias" le "obligan a asumir la responsabilidad política de los acontecimientos", aunque afirma estar convencida de que no hubo fallos.

"Sinceramente, pienso que todo el equipo de la consejería ha trabajado sin descanso durante estas horas tan dramáticas haciendo todo lo humanamente posible", prosigue la carta, que concluye argumentando: "No soy persona que quiera aferrarse a un cargo a toda costa como he visto que han hecho algunos dirigentes del PP".

EL PP PIDE MAS CABEZAS Tras conocerse el cese, diversos dirigentes del PP lo consideraron insuficiente --"han buscado un chivo expiatorio", dijo el secretario general, Angel Acebes--, y pidieron varias cabezas más, entre ellas la del presidente de Castilla-La Mancha. El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, les respondió que "eso la asunción de responsabilidades nunca se lo he visto hacer al PP, pero exigirlo a los demás lo hacen muy bien".

La dimisión de la consejera no se hará efectiva hasta el día en que comparezca en las cortes regionales "para dar todas las explicaciones pertinentes", probablemente la próxima semana.

Arévalo, licenciada en Ciencias Políticas y Sociología, de 48 años, llevaba dos al frente de la consejería. Es la persona que dirigió el operativo antiincendios desde que el fuego se inició el sábado por la tarde hasta que se declaró el nivel 2 de alerta el domingo por tarde, tras conocerse la desaparición del grupo de agentes que poco después fueron hallados muertos.

RETRASOS RECONOCIDOS Las quejas por la falta de medios y la tardanza en acudir durante las primeras 36 horas del fuego fueron generales en todas poblaciones afectadas. Pese a que hace sólo dos días la consejera confesó que se había planteado dimitir, pero que no lo haría, su versión de que todo se había hecho correctamente chocó con el reconocimiento de retrasos y descoordinación efectuados por parte del consejero de Presidencia, Máximo Díaz Cano.