Si hay que salir en la portada del ¡Hola! que sea, como mínimo, porque el Príncipe de Asturias pasó un día por tu lado o, en todo caso, porque compites con Penélope Cruz por el corazón y la cartera de Tom Cruise. Pero dedicar la máxima posición de la prensa rosa del mundo mundial --una portada hecha para princesas y estrellas-- a una ama de casa, con pinta de mujer forzuda del circo de Angel Cristo, empeñada en contar que su marido (en la foto) --un donjuan de tres al cuarto-- se la pega con toda la provincia de Cádiz y parte de la de Málaga, ya son ganas.

Pues eso es lo que le ha pasado a Carmen Bazán, la madre armario de Jesulín de Ubrique, quien esta semana se ha vestido de boda para abrir su corazón a la citada revista, que ha reproducido sus confesiones como si fueran las de Farah Diba, ahora retirada, que salía mucho cuando su marido mandaba en Irán.

La exclusiva ha vuelto a desatar los rumores del pago de cifras millonarias, aunque puede que la apasionante historia Todo sobre los cuernos de mi madre sea uno de los reportajes pactados por Jesulín a raíz de su boda con María José Campanario. Un lote completo que incluiría todas las novedades de la familia que habita ese nido de pasiones llamado Ambiciones.

Cómo una familia tan vulgar como la del torero ha alcanzado las más altas cotas del famoseo es un misterio, aunque hay que tener en cuenta la inestimable participación de Belén Esteban, a quien los Janeiro le deben la mayor parte del protagonismo.

Lo peor de las confesiones Carmen Bazán, algunas tan tremendas como "tengo para escribir un libro más fuerte que el de María Jiménez," es que han dejado en segundo plano la otra gran separación de la semana: la de Terelu Campos y su marido Alejandro Rubio. Menudo papelón el de María Teresa Campos y su colaboradora Carmen Janeiro. A una se le separa la hija y a la otra la madre, y las dos dando la cara el pasado jueves en el programa Día a día. Son los riesgos del cotilleo: cómo invocar la intimidad propia sin tener en cuenta la ajena.

DOS SEPARACIONES

Terelu ya ha tenido dos maridos: el primero, un cámara de televisión, Miguel Angel Polvorinos, del que se debió separar para no ser la señora Polvorinos; y el segundo, Alejandro Rubio, un empresario óptico con menos recursos financieros de los que parecía. Y pensar que Nuria González, la amiguísima de Terelu, sin tener la mitad de gracia, consiguió casarse con Fernández Tapias. Eso sí que fastidia.