La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha acogido con «satisfacción» los resultados de los ensayos clínicos iniciales del Reino Unido que muestran que la dexametasona puede salvar la vida de los pacientes que están gravemente enfermos con covid-19. Tal y como ha recordado el organismo de Naciones Unidas, el tratamiento reduce aproximadamente un tercio la mortalidad en pacientes con ventiladores y en un quinto en aquellos que solo requieren oxígeno.

«Este es el primer tratamiento que ha demostrado que reduce la mortalidad en pacientes con covid-19 que requieren oxígeno o asistencia respiratoria. Esta es una gran noticia y felicito al Gobierno del Reino Unido, a la Universidad de Oxford y los numerosos hospitales y pacientes que han contribuido a este avance científico que salva vidas», dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

La dexametasona existe desde hace 60 años más o menos. Siempre se ha utilizado como antiinflamatorio, pero posteriormente se extendió a otras indicaciones. La dexametasona es uno de los corticoides más potentes, y tiene varios usos. El principal es como antiinflamatorio, de aplicación sistémica -por vía oral o intravenosa- o tópica -en pomadas que se aplican en la piel; por ejemplo, en eccemas-. Este fármaco disminuye la respuesta inmunológica del paciente cuando su sistema inmune se activa por la presencia de algún antígeno. En dosis altas se utiliza en determinadas meningitis bacterianas. Y por vía venosa se utiliza como antiemético -ya que evita los vómitos-, junto a otros fármacos, en pacientes oncológicos que reciben determinadas quimioterápicas. La dexametasona no es una sustancia anticancerígena, sino que está únicamente indicada para algunos pacientes con cáncer que vomitan a causa del tratamiento que están tomando.

Es un corticoide muy potente y, por tanto, no está exenta de efectos adversos, que suelen ser alteraciones de la glucemia [la cual marca la presencia de azúcar en la sangre] y acumulación de grasa en extremidades como la cara y el cuello. Su uso en el covid-19 es controvertido y hay quien aboga por esperar a los resultados finales del estudio. En el covid-19 hay un momento en que los pacientes críticos sufren un síndrome de respuesta inflamatoria sistémica.

La UE ha adoptado una estrategia conjunta sobre vacunas, respaldada por los ministros de Sanidad, y destinará una «parte significativa» de los 2.700 millones del Instrumento de Apoyo de Emergencia a financiar investigaciones europeas contra el coronavirus y firmar contratos de compra anticipada en nombre de los Estados miembros con las empresas farmacéuticas para garantizarse un acceso preferente. A cambio del derecho a comprar un número de dosis de vacunas específicos en un plazo determinado, la Comisión financiará parte de los costes iniciales.