Una tormenta con vientos huracanados que asola parte de Europa ha causado siete víctimas mortales, una en Alemania, dos en Holanda y cuatro en el Reino Unido. El fenómeno meteorológico atraviesa hoy el mar Báltico y, según las predicciones, cruzará Dinamarca para llegar mañana a los países bálticos.El fallecido en Alemania es un automovilista del estado de Baden, según han anunciado las autoridades locales. El conductor ha perdido la vida cuando un árbol ha caído sobre su vehículo debido al fuerte viento, según ha detallado el Ministerio del Interior de Baden-Wurtemberg.En Reino Unido, donde miles de viviendas han quedado sin electricidad y más de cien vuelos han sido cancelados, los servicios de emergencia han informado que el director gerente del aeropuerto de Birmingham, Richard Heard, de 49 años, ha muerto cuando una rama se ha desplomado sobre su automóvil, en Shropshire (noroeste de Inglaterra). En este mismo país, otras tres personas han fallecido a causa de los fuertes vientos. Un hombre ha muerto al caerle encima un árbol. El conductor de un camión también ha perdido la vida cuando su vehículo se ha salido de la carretera y ha volcado. Y la cuarta víctima inglesa ha sido una mujer que ha quedado atrapada bajo un muro que se ha desplomado.En los Países Bajos también han fallecido dos personas cuando un árbol ha aplastado el coche en que viajaban, según la agencia de noticias holandesa ANP.Llamadas a la prudenciaLos meteorólogos alemanes han recomendado precaución ante la llegada del fenómeno, conocido como Kyrill, y algunos estados federados del oeste del país han activado la alarma máxima, pues puede alcanzar la velocidad de 150 kilómetros por hora. El Servicio de Meteorología Alemán (DWD) ha anunciado que el huracán sacudirá fuertemente la costa báltica y que al principio las zonas más afectadas del país serán la suroeste y noroeste. Sin embargo, según las predicciones, la tormenta será tan fuerte que sus efectos se dejarán sentir en todo el territorio alemán. Son varios los meteorólogos alemanes que han aconsejado no salir a la calle a partir del mediodía ni acercarse al mar, por riesgo de inundaciones.