Un toro colorado de la ganadería de Jandilla protagoniza los momentos de mayor peligro y emoción en el cuarto encierro de los Sanfermines de 2009, el más largo y arriesgado de todas las fiestas y que ha dejado al menos siete heridos por asta en diversos tramos del recorrido.

El toro colorado, Capuchino, comenzó muy fuerte la carrera y ya en la cuesta de Santo Domingo se adelantó al resto de sus hermanos y arrolló con sus astas al menos a dos jóvenes en este tramo. Además, en la plaza del ayuntamiento embistió a tres corredores en el vallado y tras entretenerse con ellos fue adelantado por la manada.

Desde este punto, Capuchin' realizó todo el encierro en solitario. Le costó un total de 4 minutos y 30 segundos llegar a los chiqueros de la plaza, embistió a mozos en Mercaderes y en la bajada al callejón, se dio la vuelta varias veces antes de entrar a la plaza, y obligó a los pastores a esforzarse al máximo para conducirlo hasta los chiqueros.

La carrera comenzó puntual, a las ocho de la mañana como todos los días. A diferencia de los tres encierros anteriores, en los que los cabestros guiaron a los toros prácticamente hasta la plaza, los Jandilla empezaron a tomar pronto la cabeza. Un toro negro y el colorado llevaban un ritmo muy veloz y comenzaron a situarse delante de la manada.

Sin duda, quien más se destacó fue Capuchino, que ya en la plaza Consistorial embistió a los tres primeros mozos. El resto de sus hermanos siguieron camino a la plaza y en su trayecto permitieron bonitas carreras a los mozos en la calle Estafeta, al ir abriendo huecos a lo largo de la calle.

Por su parte, el toro colorado reemprendía la marcha por la calle Mercaderes, donde presumiblemente empitonó a otro mozo. Siguió su trayecto hasta que llegó a la bajada del callejón, donde se detuvo y provocó los momentos de mayor peligro para los mozos. De hecho, se dirigió a un corredor que se encontraba en el vallado, lo embistió y lo llevó hasta el centro de la calle, donde se cebó con él hasta que pudo ser distraído por otros mozos.

Sin embargo, el toro seguía sin entrar en la plaza y volvía a embestir al vallado, especialmente a la parte izquierda. Los pastores se esforzaban para reconducir al astado, pero éste no atendía a sus llamadas y seguía a ritmo pausado y girándose continuamente.

Finalmente, el toro siguió a los mozos que le guiaban al interior de la plaza y en el propio coso costó a los dobladores más de lo habitual seguir guiando al animal hasta los chiquieros, donde finalmente entró a los 4 minutos y 30 segundos de haber iniciado la carrera.

Los seis toros serán lidiados esta tarde a partir de las 18.30 horas en la plaza de toros por los diestros El Fandi, Matías Tejela y Rubén Pinar.