"Lo que ocurrió el 6 de septiembre de 1980 en Torrejoncillo fue un fenómeno no identificado similar al que sucedió en Senegal y en China". Así es como define Saturnino Mendoza, un vecino de Mérida, el suceso del que fueron testigos los dueños y trabajadores de la Finca Cuatro Cuartos que se encuentra en el término municipal de Torrejoncillo hace 28 años. Mendoza, que actualmente trabaja como conserje en el colegio Trajano de Mérida, es un gran aficionado a los fenómenos paranormales y lleva 40 años dedicado de lleno a la investigación de este caso que ocurrió en el citado pueblo cacereño, así como de otros avistamientos de los que todavía nadie ha encontrado una explicación ni natural, ni científica.

Aunque han pasado muchos años desde aquel suceso que asombró a un grupo de torrejoncillanos, ahora los hechos han vuelto a salir la luz tras un reportaje titulado El fuego de Torrejoncillo en el que ha participado Mendoza y que ha sido emitido por el programa Cuarto Milenio que dirige Iker Jiménez en el canal de televisión Cuatro el pasado domingo 15 de junio.

Durante 15 minutos

Una semana después de lo sucedido aquel 6 de septiembre, Mendoza recorrió metro a metro el lugar en el que fue visto un objeto convertido en una gran bola de fuego. "Tenía forma de cono, ardía y se encontraba suspendido a un metro del suelo". Este es uno de los muchos testimonios que este investigador emeritense recogió tras conversar con 3 testigos de los 10 que vieron con sus propios ojos ese fenómeno extraño cuyas causas están todavía por aclararse.

Las grandes medidas -unos 20 metros de alto y 8 de ancho- que tenía el cono, fueron también las notas más características de los testimonios de Martín y Benito Salgado, dos hermanos que en el momento de los hechos se encontraban trabajando en la finca y que forman parte de los escritos recogidos en la profunda investigación de Mendoza. "Nadie sabe qué fue aquello que devastó todo lo que se cruzó en su camino, incluidos varios animales", aseguraba ayer.

Los testigos revelaron a Mendoza que el cono de fuego recorrió alrededor de 1.800 metros durante 15 minutos, tiempo suficiente para causar notables daños a todo aquello que se cruzaba en su camino. De hecho, el cono calcinó parte de un corral y causó graves quemaduras a 20 gallinas y 40 conejos que se encontraban en el interior. La bola de fuego también causó quemaduras a un gato que cruzaba la finca y a numerosos árboles, unas huellas que hoy ya han quedado borradas con el paso del tiempo. La Nasa, que tuvo conocimiento de los hechos, "no supo darle una explicación", confesó ayer Mendoza que reconoce que a día de hoy es casi imposible encontrar nuevas pistas a este fenómeno extraño.