´LAS HERMANAS DE LA MAGDALENA´

DIRECTOR: Peter Mullan. ACTORES: Dorothy Duffy, Geraldine McEwan. SALAS: Cáceres, Badajoz.

En un momento en que una parte del cine reclama una conciencia social para explicar el mundo (frente a otra visión, digamos, más artística, pero no menos auténtica), un filme como Las hermanas de la Magdalena se levanta como un testimonio duramente crítico y emotivo.

Ganadora del León de Oro en el último festival de Venecia y dirigida por el actor Peter Mullan, Las hermanas de la Magdalena cuenta las vidas de un grupo de mujeres internadas en uno de los conventos regidos por las Hermanas de la Misericordia. Allí llegaban las jóvenes que quedarse embarazadas sin estar casadas o por ejercer la prostitución. Allí trabajaban lavando ropas sin recibir sueldo alguno. El ingreso era una condena a muerte pues, salvo excepciones, según sugiere la película, permanecían en ese lugar hasta acabar sus vidas. Unas 50.000 mujeres pasaron por los conventos de las Magdalenas cerrados en 1996.

Peter Mullan acentúa los aspectos más duros de esta realidad a partir de un modelo dramático convencional, en ocasiones forzadamente, pues se omite la presencia de personajes positivos, como contrapeso al mundo carcelario del convento: ni siquiera quienes tienen un contacto ocasional con el lugar aportan una esperanza o muestran comprensión hacia las internas.

Mullan apunta a la creación de un espacio totalitario (la Irlanda católica), regido por normas inflexibles, fuera de las cuales sólo hay pecado y condena, y a la vez, y esta es una de las virtudes de esta película configura una parábola sobre la tiranía y la justificación de la rebelión.