Un nuevo caso de violencia doméstica sacudió ayer Elx (Alicante), donde un toxicómano de 36 años fue detenido tras matar a su mujer y sus dos hijos con una maza. El suceso eleva a 19 el número de mujeres muertas este año a manos de sus compañeros o ex en España.

José María Maci , un consumidor habitual de alcohol y cocaína sin antecedentes por maltrato, estaba de fiesta en la localidad de Mutxamel, ubicada a unos 25 kilómetros de Elx. Quería comprar droga. Por eso, regresó a su casa hacia la una de la madrugada. Su mujer, Teresa Maci , de 34 años, no quiso darle dinero. Entonces, el hombre presuntamente le asestó varios golpes con una maza hasta que la mató. Después hizo lo mismo con sus dos hijos, una niña de 6 años y un niño de 2.

Tras el brutal asesinato, José María volvió a por la droga y cuando la hubo conseguido se marchó junto a un amigo y al camello a la casa de su hermano, ubicada en la urbanización Peña Las Aguilas de Elx. Allí, el presunto asesino discutió con el individuo que le había vendido la droga, al que agredió con la misma maza con la que había matado horas antes a su familia. El amigo decidió llevar al herido al hospital. Mientras, José María volvió a su domicilio.

LOS HALLO EL HERMANO Alrededor de las ocho de la mañana, el hermano se presentó en el lugar del crimen y descubrió lo ocurrido. La tensión desembocó en una pelea a gritos, que fue escuchada por varios vecinos que alertaron a la policía.

Los hermanos bajaron a un bar donde varias personas vieron manchas de sangre en la camisa de José María, quien pidió a una conocida que lo llevara al centro de la ciudad. Ella, sin embargo, se negó. Justo antes de que llegaran los agentes, el agresor huyó en un taxi que lo condujo a la pedanía de Torrellano, a seis kilómetros.

Mientras, la policía entró en la casa y descubrió los cadáveres. Un vecino explicó que "sobre la cama estaban la mujer y la hija", mientras que el pequeño yacía "en su cuna".

En Torrellano, el homicida entró en un bar, pidió un whisky y preguntó por una tienda de ropa, una zapatería y una peluquería. Después de cambiarse las prendas que llevaba en la misma tienda y dejar allí las ropas ensangrentadas, se marchó descalzo a sacar dinero en un banco. Las entidades estaban advertidas y en una de ellas fue identificado. Finalmente, los agentes le arrestaron en una zapatería. Eran las 11.20 de la mañana. Llevaba tres horas huido.

Los cadáveres fueron trasladados al tanatorio La Siempreviva de Alicante en medio de la consternación de numerosos vecinos. La madre de la víctima tuvo que recibir atención médica. Mientras, el agresor confesó los crímenes en la comisaría, desde la que pasará a disposición judicial.

Este nuevo caso de violencia machista provocó un rechazó unánime. En el colegio Miguel de Unamuno, en el que estudiaba la menor asesinada, unos 400 alumnos se concentraron en señal de repulsa.

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, también mostró su "dolor" por la tragedia y defendió la ley contra la violencia sobre las mujeres. Mientras, las asociaciones feministas también se lamentaron por el triple crimen y advirtieron de que la norma antimaltrato, aprobada en diciembre del 2004, "tardará más meses en hacer efecto".