La casa Toyota está desarrollando un sistema para identificar a los automovilistas que han consumido demasiado alcohol con el objetivo de que no puedan arrancar sus vehículos, según ha revelado la prensa japonesa.

Los directivos decidieron el pasado septiembre fabricar vehículos con mecanismos antiborrachos, que también son objeto de estudio en la Universidad de Valladolid. Los ingenieros del gigante japonés calculan que el dispositivo podrá estar operativo en sus principales modelos en el año 2009.

Los ingenieros están trabajando en varios sistemas. Uno de ellos detectará el nivel de alcoholemia a través del sudor una vez que el conductor ponga las manos en el volante. Además, otro aparato verificará el estado ebrio del usuario tras analizar sus pupilas. En caso de superar los límites legales de alcohol, el motor se bloqueará y el coche no podrá echar a andar.

A TRAVES DEL VAHO Otro de los dispositivos es un tubo muy fino que se instala en el asiento del conductor y que analiza la densidad de alcohol que existe en el vaho que se despide al respirar. Si la densidad de alcohol es excesiva, el motor no arranca.

Por último, también baraja la posibilidad de incorporar otro sistema que precisa que el conductor marque un código de cifras antes de arrancar. Dado que se trata de muchos números, los conductores ebrios no estarán en condiciones de marcarlas correctamente.

Toyota no es la única firma que está declarando la guerra al alcohol. Nissan también está desarrollando unos sensores para detectar, a través de la respiración, si el usuario bebe de más.

Las iniciativas de ambas compañías responden a la gran inquietud que hay en Japón por los accidentes de tráfico relacionados con el alcohol. De enero a junio del 2006, se contabilizaron 364 siniestros provocados por conductores ebrios, 13 más que en el mismo periodo del 2005.