Fumar al volante no está prohibido pero es peligroso porque puede provocar despistes mortales. Con este argumento, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha iniciado una campaña informativa en la que aconseja a los conductores abstenerse del tabaco apelando exclusivamente a su responsabilidad. "No habrá multas, sólo mensajes de concienciación", quiso dejar muy claro ayer el director general, Pere Navarro, durante la presentación de la campaña.

Un conductor emplea una media de 4,1 segundos en encender un cigarrillo. Un lapso de tiempo durante el cual se recorren 113 metros si se circula a 100 km/h. Lo suficiente para no ver un vehículo que se incorpora a la calzada o cualquier otra incidencia que puede resultar fatídica. El fumador debe, además, sostener con una mano el cigarrillo mientras empuña el volante, sacar el cenicero, sacudir las puntas de brasa que caen en la ropa, apagar el cigarrillo y otras acciones que también pueden causar problemas. La mayoría de estas situaciones se reflejan en el anuncio televisivo que concluye con un coche estrellados y este contundente mensaje: Fumar conduciendo también puede matar1.LA PROHIBICION, DESCARTADA ¿Por qué no se prohíbe fumar al volante si es tan peligroso? La pregunta es pertinente y más si se tiene en cuenta que el 77% de los encuestados en un reciente estudio del Observatorio de de la Seguridad Vial estaría de acuerdo y el 75% califica de muy o bastante peligroso fumar mientras se conduce.Pero el director general lo descartó. "La verdad es que yo no veo a la Guardia Civil parando a un conductor y pidiendo que le enseñe el cenicero u oliendo su aliento", ejemplificó. Navarro destacó que en ningún país está prohibido y que en muchos países --en los EEUU y el norte de Europa-- ya no es ni siquiera un problema relevante porque la gente ha dejado de fumar. Durante un tiempo la UE debatió la posibilidad, pero se acabó descartando por unanimidad.OTRA RAZON Otro argumento es que Tráfico no considera tan peligroso el fumar como, por ejemplo, hablar por el móvil, que sí está penado. Las distracciones causan el 39% de los accidentes de tráfico y son el primer factor por delante de la velocidad o el alcohol.