TUtn gobernador militar polémico y deseoso de reconocimiento. Un permiso de Navidad denegado y unos soldados ebrios y traidores. Un espía republicano descubierto en Cáceres y perseguido como un animal herido hasta Almoharín. Una Falange y Guardia Civil hambrientas de capturas. Unos guardias jurados de gatillo fácil. Una lista de nombres y unos documentos cifrados de utilidad discutible. Las cárceles llenas y unos insurgentes con ganas de dar un escarmiento. Todo este cóctel conforma parte de la trama de Tragedia y Represión en Navidad , otro trabajo del profesor Julián Chaves Palacios , que aclara por fin un episodio de la guerra civil en Extremadura que acabó con el fusilamiento de doscientas personas, entre ellas el respetado alcalde Antonio Canales . Hacía falta un texto científico que despejara todas las dudas sobre un hecho del que he escuchado muchas versiones y poner nombre y apellidos a las víctimas.

Siempre me intrigó por qué mi tía Carmela no quería pasar nunca delante del cine Cervantes de Sevilla. Su hermano, el tío Juan , un dependientillo que había viajado a Rusia y escrito alguna soflama libertaria, había acabado allí su vida, también tras una represión en masa, a los pocos días del alzamiento. Ahora veo claro que las víctimas --de uno y otro, bando, ojo-- necesitan de ese reconocimiento póstumo que alivie un dolor y una vergüenza agazapada en la raíz de la existencia. El profesor Chaves ha sabido hacerlo desde la investigación histórica. Nosotros, desde la concordia y el respeto hacia el dolor de todos los muertos por la estupidez de las guerras. Refrán: La guerra civil fue el retorno de Caín .