Málaga se ha convertido en la Meca de transexuales de toda España, y las siglas UTIG en una especie de mantra. El Hospital Universitario Carlos Haya anda en boca de todos ellos, al ser el único centro sanitario del país en el que las operaciones de cambio de sexo son financiadas al completo por el sistema sanitario andaluz. Por esa razón, muchos transexuales de toda España se están empadronando en ciudades andaluzas.

Desde que fue inaugurada en 1999, la Unidad de Trastorno de Identidad de Género (UTIG) malagueña ha realizado 80 intervenciones relacionadas con el cambio de sexo, parcial o total.

Desde que el Gobierno andaluz decidió financiar las operaciones de cambio de sexo, estar empadronado en Andalucía da derecho a acceder a un tratamiento que, en una clínica privada, tendría un elevado coste: la operación puede superar 30.000 euros, a los que hay que sumar fármacos y psicólogo.

MAXIMA DISCRECION Aunque el Hospital Carlos Haya no facilita datos de los pacientes, la Federación Andaluza de Gays y Lesbianas-COLEGA asegura que en los últimos tiempos se han recibido llamadas de otras comunidades españolas, en especial Cataluña y el País Vasco, interesándose por el protocolo a seguir para poder acogerse al tratamiento de forma gratuita, y preguntando si es necesario estar empadronado en Andalucía para conseguirlo.

Fuentes del hospital confirman que no se deniega la asistencia a la persona que por iniciativa propia acude a la UTIG, aunque la vía aconsejable es el informe del médico de cabecera. "No estamos hablando de una avalancha, son una o dos personas por comunidad que han llamado para solicitar información sobre los trámites y requisitos exigidos", explica una portavoz de COLEGA. En los últimos cinco años, el centro ha atendido a 387 personas, mientras que la lista de espera alcanza las 300 solicitudes, con un tiempo medio de demora de casi dos años.

MAYORIA MASCULINA El perfil del cliente es, mayoritariamente, el de un hombre de 30 a 40 años. De las operaciones realizadas, 43 corresponden a cambio de sexo de hombre a mujer (genitoplastia feminizante), frente a las 37 mujeres que solicitaron el cambio masculinizante. La razón es bien sencilla, apuntan desde el centro: hay más hombres que mujeres que necesiten la operación de cambio de sexo completa. Otras 30 mujeres se han realizado una mastectomía (eliminación de las mamas), y una cifra indeterminada ha iniciado tratamiento hormonal para desarrollar los senos.

Uno de los datos más destacables es el número de pacientes que, habiendo sido tratados en otras clínicas privadas, acuden a Málaga para corregir unos resultados insatisfactorios. La UTIG ha realizado 16 correcciones de cirugía parcial, y 17 de cirugía completa. Y son muchos de estos los que se han empadronado en Andalucía para poder afrontar el coste de la operación. La mayoría eran mujeres que pidieron cirugía masculinizante.

El tratamiento se inicia con estudios hormonales, genéticos y radiológicos, paso previo al seguimiento de la vida cotidiana del paciente. Durante un año, se pide al transexual que viva conforme a su futura identidad.