Al menos 13 personas murieron y más de 30 resultaron heridas, 10 de ellas de extrema gravedad, al desplomarse ayer una pasarela que servía de acceso al transatlántico Queen Mary 2, en los astilleros de Saint-Nazaire, situados al oeste de Francia. El accidente ocurrió al paso de un grupo de ingenieros y obreros de la empresa que, acompañados de sus familias, se disponían a visitar, a pocos días vista de su entrada en servicio, el que se considera como el mayor navío de pasajeros del mundo.
El Queen Mary 2, que había superado ya las principales pruebas de navegación, había vuelto recientemente a dique seco para ultimar los preparativos que tenían que permitirle viajar a su puerto de amarre, en Southampton (Inglaterra). A la espera de su botadura, y como es tradicional, los ingenieros y obreros que habían participado en su construcción estaban autorizados este fin de semana a visitar en familia el transatlántico, convertido en el orgullo de los astilleros del Atlántico.
Con tal motivo, a las 14.30 horas, un grupo de visitantes formado por más de 40 personas accedieron a la pasarela de unos 10 metros de largo, que unía el muelle con el buque, a la altura de la línea de flotación del barco, y cuando se encontraban sobre ella, ésta se desplomó por el efecto del peso. Las víctimas, entre ellas varios niños, cayeron de unos 15 metros de altura hasta el fondo del dique o quedaron atrapados en un andamio levantado junto al navío.
ZONA AISLADA A la vista del drama, la zona del accidente fue aislada inmediatamente por los equipos de socorro, que se movilizaron de manera masiva. Un grupo de asistencia psicológica asistió a los familiares de las víctimas, que acudieron en busca de noticias y tuvieron que esperar largas horas a que se efectuara la identificación y la evacuación de los muertos y heridos.
La tragedia conmocionó no sólo a los trabajadores de los astilleros, sino a toda la población implicada en la larga y compleja construcción del Queen Mary 2 desde que se inició en el 2002.
Un portavoz del grupo Alstom, propietario de los astilleros, confirmó que las víctimas eran todas familiares o amigos de los ejecutivos e ingenieros que habían trabajado en la construcción del barco.
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