"Dedicarme a la escalada fue por casualidad", asegura Domingo Carretero, de 51 años y de Casar de Cáceres, que en julio se convirtió en campeón del mundo de velocidad del campeonato de paraescalada de Arco (Italia) y subcampeón en la modalidad de dificultad en la misma competición. "Me animaron unos militares de Jaca con los que hacemos las expediciones de montaña. A partir de ahí comencé a participar en campeonatos", cuenta al explicar cómo empezó con la escalada. Estos títulos son un ejemplo de superación. Carretero, con una deficiencia visual, se muestra pletórico por el camino andado y asegura que "ha sido una gran satisfacción".

Este deportista afirma incluso que tiene en mente participar en competiciones de 100 kilómetros que se celebrarán en las localidades de Mérida y Ronda.

Sin embargo los verdaderos obstáculos de Carretero no están en las montañas. Confiesa que las verdaderas trabas las encuentra en las propias ciudades, sobre todo en los desniveles de los garajes. "A veces piso en falso y es ahí donde se producen los mayores peligros", relata.

El escalador extremeño lleva alrededor de ocho años dedicándose a las carreras de montaña, pero durante 22 años fue tornero fresador, trabajo que desempeñó en Vitoria. Ha participado además en varias expediciones de montaña, lo que le ha llevado a ser dos veces campeón de España, en Cervera de Pisuerga (Palencia) y Madrid, y tres veces subcampeón en La Rioja, Barcelona y Onda (Castellón).

Carretero es un ejemplo de superación. "Para mí el deporte ha sido la mejor medicina que he podido tener. Es algo que te llena por completo tanto física como mentalmente", confiesa el deportista.