Tres miembros de un piquete informativo de la huelga general del 29 de marzo de 2012 afrontan penas de hasta siete años y medio de prisión por cortar el tráfico de la calle Aragó de Barcelona volcando un contenedor, acusación que se sustenta en la identificación de una agente que los vio a 20 metros de distancia.

En el juzgado penal número 3 de Barcelona se ha celebrado hoy el juicio contra los tres manifestantes, Javier T.O., Sergio Z. y Óscar M., una vista en la que las defensas han aportado como testigo al diputado de ICV Joan Coscubiela, que ha explicado que fue retenido a efectos de identificación por los Mossos d'Esquadra que detuvieron a los piquetes cuando se acercó a interesarse por ellos.

La Fiscalía reclama una pena de seis años de cárcel para cada uno de los tres acusados por los delitos de desórdenes públicos, daños al mobiliario urbano y contra la seguridad vial, una petición que las acusaciones particulares ejercidas por la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona sitúan, respectivamente, en cinco años y tres meses y siete años y medio.

Las acusaciones creen que los tres piquetes actuaron conjuntamente para volcar un contenedor de basura en la calle Aragón de Barcelona que interrumpió bruscamente el tráfico, lo que en su opinión puso en peligro la seguridad de los conductores que circulaban por esa vía.

Por este caso permaneció más de un mes en prisión preventiva uno de los acusados, Javier T., que contaba con antecedentes policiales y, además, figura entre los "indignados" imputados por los actos de acoso a diputados del Parlament.

En su declaración en el juicio, Javier T. se ha negado a responder a las preguntas de la Fiscalía y las acusaciones particulares, como un "gesto de protesta" ante instituciones que "piden penas de prisión para los huelguistas mientras los banqueros tienen trato de favor".

También Oscar M. se ha negado a contestar, ni tan solo a su abogado, mientras que Sergio Z. ha sostenido que el 29M se limitó a participar pacíficamente en un "pasacalles" que pretendía animar a la huelga a los comerciantes del Clot: "Vivo en este barrio, todo el mundo me conoce. No podría salir al día siguiente a la calle si me dedicara a volcar contenedores", ha argumentado.

Los tres huelguistas fueron retenidos durante cerca de una hora por los Mossos d'Esquadra e identificados junto a otras tres personas, que finalmente fueron puestas en libertad después de que una agente de la brigada de información identificara a los supuestos participantes en el vuelco de contenedores.

La agente de los Mossos -a la que la juez ha permitido declarar protegida por una mampara, en una decisión insólita- ha reconocido que nunca ha participado en ninguna diligencia de reconocimiento de los acusados, ni en comisaría, ni mediante fotografías ni en una rueda de identificación, y que los manifestantes que volcaron el contenedor se encontraban a unos 30 metros de ella.