Equipos de salvamento de la Guardia Costera italiana continuaron ayer, lunes, la labor de búsqueda de las tres personas dadas por desaparecidas en el accidente del avión ATR-72, ocurrido el pasado sábado en aguas de Sicilia y que ha causado también trece muertos.

Los desaparecidos son dos pasajeros y un tripulante del aparato que cayó al mar por causas que investiga la Justicia italiana y que se centran especialmente en el análisis del carburante empleado, por si su deficiente calidad hubiera paralizado ambos motores.

La Justicia ha precintado los depósitos de gasolina en el aeropuerto de Bari, de donde salió el avión, cuyo destino era la localidad tunecina de Yerba.

Mientras tanto, cuatro naves surcan las aguas de Sicilia, a una docena de millas de Palermo, donde tuvo lugar el siniestro, del que pudieron salir con vida veintitrés personas, cuyas condiciones de salud son buenas y no ofrecen preocupación.

Las esperanzas de que alguno de los tres desaparecidos haya podido sobrevivir son escasas, aunque los familiares de esas víctimas insisten para que las autoridades recuperen los cuerpos.

Los equipos han conseguido rescatar del mar objetos personales de los viajeros y nuevas piezas del avión.