El festejo que puso fin a la feria de San Fermín, en el que se cortaron seis orejas de cierta condescendencia, y que acabó con El Juli y Miguel Angel Perera como beneficiados de un triunfo con salida a hombros, es la nota más destacada de la jornada de ayer.

Toros de Núñez del Cuvillo para Morante de la Puebla (una oreja sin mayoría en la petición y ovación), El Juli (oreja y dos orejas), y el extremeño Miguel Angel Perera, (una oreja en ambos).

Triunfalista, desmedido y vergonzante fin de feria de San Fermín, con seis orejas cortadas, prácticamente todas fruto de la euforia compartida por el público y el palco, para sacar a hombros al Juli con tres trofeos y a Miguel Angel Perera con dos, mientras que Morante se llevó también una.

La de Núñez del Cuvillo de ayer, otro tanto. Es urgente que intervenga el Gobierno Foral de Navarra, dado que en esta autonomía hay reglamento propio. Suya es la responsabilidad de que esto se corte o vaya a más. Está en juego una feria santo y seña del espectáculo taurino.

Perera toreó bien a su primero. Esta fue la diferencia. No fue nada del otro mundo, pero hizo las cosas con temple y limpieza, ritmo y ligazón. Una delicia de toreo en comparación con las trazas de las otras faenas. Lo incongruente es que le dieron sólo una oreja. Aunque vaya una por otra. Porque todavía tiene menos explicación que le diera una del sexto.