El Tribunal Supremo (TS) ha avalado la sentencia de la Audiencia de Barcelona, como ya hizo el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) en un primer recurso, que condena a un entrenador de fútbol a 56 años de cárcel --de los que cumplirá un máximo de 20-- por tres delitos de agresión sexual, y dos de abuso sexual.

La sentencia, consultada por Europa Press, desestima el recurso de casación del entrenador, e impone que indemnice con 30.500 euros en total a cinco víctimas, que tenían entre 13 y 14 años cuando comenzaron a sufrir abusos.

Los hechos probados de la sentencia relatan que el entrenador, Eduard López Escuté, se aprovechó de su cargo y de la confianza que le tenían los menores para que aceptaran, y sus padres aprobaran, la invitación de ir a su casa que "les reiteraba después de cada entrenamiento o partido, supuestamente para jugar con la Play Station o para ver alguna película".

Cuando iban, le decía a uno de los menores que fuera con él a su habitación, les decía que era para darles un masaje en las piernas y abusaba de ellos.

El tribunal también describe que, al menos tres veces, el entrenador abusó de los menores estando los tres en la habitación, y una ocasión uno se negó y el hombre le cogió del cuello "como para estrangularle".

TEMOR POR SU VIOLENCIA

Al cambiar de equipo, el entrenador convenció a dos menores para que ficharan por el mismo club: uno dejó el fútbol dos meses después al seguir sufriendo abusos, y otro siguió, yendo también a casa del entrenador, tanto por la confianza que le tenía como por "la violencia ejercida por este y el temor de los enfados" si se negaba.

Uno de esos días, el menor se quedó dormido en casa del entrenador, al despertarse vio cómo intentaba hacerle una felación, el hombre había cerrado con llave para que no pudiera irse, y le ofreció "pagarle 100 euros", a lo que se negó.