La Iglesia lleva una temporada de éxitos respecto a la autenticidad de reliquias y lugares sagrados. En octubre del 2006 se celebraron los 500 años de la Basílica de San Pedro exponiendo en Roma el epitafio del santo. Se trata de una piedra roja con la inscripción Pedros eni (Pedro está aquí, en griego), hallada en las excavaciones debajo de la basílica en el lugar exacto de la sepultura del santo. Dos meses después, el Vaticano también reclamó la autenticidad de la tumba de san Pablo, un sarcófago que se halla en la basílica de San Pablo Extramuros.

Por el contrario, aún sigue abierto el debate sobre la más famosa reliquia, la Sábana Santa de Turín. La controversia pareció zanjada en 1988, cuando una datación con radiocarbono situó la fabricación del lienzo en el siglo XIII. Sin embargo, luego se puso en discusión la validez del estudio, argumentando que no se había limpiado la muestra de impurezas. Otros estudios sitúan la fabricación en el siglo I, en Oriente Medio, debido a la presencia de pólenes propios de esa zona y época.