El ministro turco de Sanidad, Recep Akdag, admitió ayer que el virus de la gripe aviaria ha sido detectado en una cuarta persona, que permanece hospitalizada en un hospital de Van, en el Este del país, según los últimos resultados procedentes de los laboratorios. El responsable del Gobierno confirmó que en dos de los tres adolescentes de una familia cuyas muertes se atribuyen a la enfermedad, se había detectado la variante H5N1, una de las más virulentas que adopta el virus.

Mientras, el equipo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que ayer por la mañana tenía que desplazarse hasta Van para evaluar la situación tuvo que aplazar su salida porque la intensidad de la niebla hacía el aterrizaje inviable.

Las autoridades se esforzaron ayer en transmitir tranquilidad, insistiendo en que no se espera "una epidemia" y que no hay ninguna evidencia de que el virus se pueda transmitir de persona a persona. El Gobierno turco teme que los campesinos de las zonas afectadas, que se cuentan entre las más pobres del país, oculten las aves para que no sean sacrificadas por los veterinarios del Ministerio de Agricultura. Aunque reciben una compensación económica por ello, es muy inferior al precio que alcanzarían las aves en el mercado.

Ante esta situación, la psicosis se ha apoderado del este de Turquía. En las últimas horas, se ha disparado la cifra de personas que acuden a los hospitales para hacerse chequeos desde que el pasado domingo se anunciara la muerte de un adolescente.