La externalización de la gestión de la publicidad de Televisió de Catalunya (TVC) está en marcha. El proceso de privatización, que contiene algunos claroscuros por la fórmula adoptada, tiene allanado el camino después de que CiU, el PSC y el PP rechazaran una moción para paralizarlo a instancias de ERC.

Lejos de ingresar un solo euro con la operación, TV-3 deberá pagar cada año 900.000 euros a la empresa privada que se adjudique el contrato para gestionar una cartera publicitaria de 58 millones, según el borrador de pliego de condiciones del concurso que se pondrá en marcha.

La licitación, aprobada por el consejo de gobierno de la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals (CCMA) e incluida en su plan estratégico, tiene como objetivo que el adjudicatario gestione la actividad a partir del próximo 1 de enero. La publicidad de Catalunya Ràdio queda excluida del concurso, que incluye en cambio la de las webs y dispositivos móviles ligados a la TV.

DUDAS SOBRE LOS TRABAJADORES

El impacto presupuestario de la externalización será nulo, según las estimaciones de TVC. De todas formas, según los expertos, eso solo sucederá si el ganador se subroga los 36 empleados adscritos actualmente a esta actividad comercial en TV-3. El borrador establece, pero no exige, que el adjudicatario se subrogue «hasta un máximo de 36». Y añade que deberá disponer de un equipo de un mínimo de 25 profesionales, entre el personal traspasado de la CCMA y el de la empresa adjudicataria, «dedicado directamente a la ejecución del contrato». También prevé el reingreso en TV-3 cuando acabe la adjudicación.

La empresa ganadora, a la que no se impide explícitamente en el pliego de condiciones ser propietaria de una cadena de televisión competidora, se garantizará unos 2,7 millones anuales al año: además de la cantidad fija de 900.000 euros anuales recibirá el 1,5% de las ventas de publicidad procedentes de la organización que agrupa a las televisiones, FORTA y que no requieren ningún esfuerzo comercial.

A su vez, se establece una retribución variable a partir de unos objetivos de publicidad anuales con el que se garantiza un 1% fijo el primer año de contrato si sobrepasa el 90% de la meta establecida, y podrá alcanzar hasta el 7% si supera el 112%. También en los medios digitales se prevé una comisión desde el 5% hasta el 15%. El adjudicatario percibirá mensualmente la parte correspondiente del canon fijo, del 1,5% de la publicidad de la FORTA y de la retribución variable de los medios digitales. La retribución variable de los ingresos de televisión la cobrará en un solo pago anual. Los licitantes podrán hacer sus propuestas económicas ajustadas a los tramos de consecución e objetivos previstos.

La duración del acuerdo, que tendrá la forma de contrato de servicios de agencia, es de tres años prorrogable a otros tres. Supone un valor total de unos 16 millones. El ganador facturará en nombre de TVC, que asumirá los impagos. El pliego afirma que «la morosidad irá a cargo de TVC y se descontará de la base de cálculo de la retribución variable».

NI UN EURO

La operación está lejos de los objetivos anunciados por el conseller de Economia, Andreu

Mas-Colell, de obtener en el 2014 más de 2.000 millones con ventas y privatizaciones. En este caso, la TV pública catalana no solo no ingresará de entrada ni un euro, aunque dejará de tener costes, sino que puede perder dinero si el ganador no asume todo el personal previsto.

La privatización se apoya en la pérdida de «eficiencia comercial y la caída continuada de ingresos publicitarios de TVC». Atresmedia (Planeta, de la familia Lara) y Mediaset (Tele 5) controlan hoy el mercado. La dirección de TVC cree que para rentabilizar sus índices de audiencia y aumentar ingresos en un mercado dominado por dos grupos a escala española un tercero debe encargarse de gestionar su publicidad con economías de escala y más poder de negociación.