La Unión Europea (UE) aprobó ayer el calendario para la supresión progresiva de las bombillas tradicionales incandescentes a partir de septiembre del 2009 y su sustitución por los nuevos modelos de bajo consumo. Las últimas bombillas tradicionales dejarán de comercializarse el 1 de septiembre del 2012, según el acuerdo adoptado por los Veintisiete en el comité regulador.

La medida tiene como principal objetivo reducir el consumo eléctrico por parte de los hogares y las empresas, dentro del plan europeo de lucha contra el cambio climático, que incluye la reducción del 20% en consumo energético en el horizonte del año 2020.

A partir del 1 de septiembre del año próximo dejarán de venderse en los comercios de la UE las bombillas incandescentes de mayor potencia, las de 100 vatios. Un año más tarde desaparecerán del mercado las bombillas de 75 vatios y al año siguiente será el turno de las de 60 vatios. El 1 de septiembre del 2012 dejarán de venderse las bombillas de 40 y 25 vatios.

España tiene previsto adelantar a nivel nacional el fin la bombilla tradicional al 2011, según el acuerdo adoptado por unanimidad el pasado mes de junio en la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados.

Las lámparas halógenas de mayor consumo, tipificadas en la categoría C dentro de las normas técnicas europeas, dejarán de comercializarse el 1 de septiembre del 2016, según la decisión de este comité.

AHORRO El precio de las nuevas lámparas fluorescentes compactas de bajo consumo es muy superior a las tradicionales bombillas incandescentes, pero la CE aseguró que los ciudadanos percibirán un notable ahorro en su factura eléctrica, porque las nuevas lámparas consumen hasta un 75% menos de energía. El precio de una bombilla tradicional ronda los 0,6 euros, mientras que el de las bajo consumo oscila entre 2 y 10 euros.