Las normativas de la Unión Europea (UE) dejan poco margen para compensar el perjuicio económico causado a los agricultures españoles y de los demás países comunitarios por la virulenta infección de la bacteria E. coli y la sospecha difundida de que las hortalizas podrían haber sido responsables de este brote letal. La Comisión Europea, corresponsable del hundimiento general de las ventas de hortalizas por haber lanzado una alerta sanitaria sin datos fiables, anunció ayer que propondrá "compensaciones económicas a los agricultores" perjudicados para intentar reparar sus errores.