La Comisión Europea inició ayer su campaña antitabaco de mayor impacto con la presentación de una selección de 42 fotografías de choque para incorporar a las cajetillas de cigarrillos. De paso, Bruselas también lanzó una nueva ofensiva publicitaria destinada a evitar que los adolescentes se hagan adictos al tabaco. Las fotos muestran espantosos tumores de garganta, dentaduras carcomidas, pulmones destruidos, pacientes entubados, cadáveres en la morgue, operaciones a corazón abierto, niños con respiración asistida y pieles estropeadas. Van acompañadas de mensajes como "los fumadores mueren prematuramente", "fumar puede provocar una muerte lenta y dolorosa" y "fumar causa cáncer mortal de pulmón".

Otras imágenes son más alegóricas. Una, por ejemplo, muestra a una pareja que se dan la espalda en la cama, con el eslogan "fumar puede reducir el riego sanguíneo y producir impotencia". Otra simboliza el envejecimiento de la piel y la muerte, mediante una cara femenina enmascarada de blanco, con una calavera que aparece difuminada detrás.

Las 42 fotos pretenden acabar con la "imagen glamourosa" que la industria tabacalera intenta asociar al hábito de fumar, según explicó ayer el comisario de Salud y Protección de los Consumidores, David Byrne.

UNA MUERTE POR MINUTO "La industria invierte enormes sumas de dinero en publicidad" para incitar al consumo de un producto que es altamente nocivo para la salud, por lo que la Comisión Europea ha decidido utilizar las mismas armas con el objetivo de combatir ese hábito que provoca "una muerte cada minuto" en los países de la Unión Europea, añadió Byrne.

El Ejecutivo comunitario, además, destinará 72 millones de euros (unos 12.000 millones de pesetas) a una campaña publicitaria que se difundirá en televisión, radio, prensa, internet y en actos públicos para disuadir a los más jóvenes de iniciarse en el hábito de fumar.

Los gobiernos de la UE que lo deseen podrán escoger esas fotos de choque para obligar a las compañías tabacaleras a incorporarlas en las cajetillas de cigarrillos. Irlanda y Bélgica tienen previsto hacerlo el año próximo, lo que probablemente animará a otros estados a seguir su ejemplo, destacó el comisario.

El Ministerio de Sanidad aseguró ayer que, de momento, no prevé aplicar esta medida en España, ya que no tiene carácter obligatorio para los estados comunitarios.