La lucha contra el cambio climático supondrá un coste anual para los países en vías de desarrollo de unos 100.000 millones de euros, según anunció ayer la Comisión Europea. A tres meses de la conferencia mundial de Copenhague, en la que se debe pactar una reducción de las emisiones de gases responsables del calentamiento del planeta, la Comisión propuso que la Unión Europea (UE) aporte a esos países pobres una ayuda anual comprendida entre 2.000 y 15.000 millones de aquí al 2020 para facilitar un acuerdo.

La dureza de la crisis ha reducido sustancialmente la cifra de 24.000 millones anuales que había planteado inicialmente el Ejecutivo comunitario como aportación europea al enorme coste que deberán soportar los países en vías de desarrollo.

"Hay quienes en la UE consideran que deberíamos hacer más, pero también hay quienes consideran que la propuesta supone demasiado dinero en tiempos de crisis", señaló el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas, para justificar la reducción de la oferta europea.

MERCADO DE CARBONO El informe de la Comisión Europea estima que el mercado internacional de emisiones de dióxido de carbono (CO2) podría aportar alrededor del 38% de las necesidades financieras de los países pobres para costear su contribución a la lucha contra el cambio climático. Dimas indicó que las industrias y los gobiernos de esos países deberán asumir entre el 20% y el 40% del impacto y que la comunidad internacional tendrá que aportar una ayuda para sufragar el resto de los costes.

Esa ayuda internacional se situará entre 9.000 y 13.000 millones de euros en el año 2013 y aumentará hasta llegar a una horquilla entre 22.000 y 50.000 millones de euros anuales en el horizonte del año 2020, precisó Dimas.

APORTACION La Comisión Europea defiende que esa aportación deben realizarla no solo los países industrializados, sino también los países en desarrollo más avanzados.

La aportación inicial de la UE oscilará entre 900 y 3.900 millones para pasar posteriormente a situarse entre los citados 2.000 y 15.000 millones anuales en el 2020.

La financiación del esfuerzo de los países pobres es uno de los principales obstáculos que bloquean la negociación internacional para reducir las emisiones de gases a partir del 2013 y evitar de esta forma que la temperatura mundial aumente un nivel catastrófico de más de dos grados centígrados con respecto a la época preindustrial. El otro gran problema es la falta de acuerdo entre los países industrializados sobre el porcentaje de reducción de las emisiones de gases y el reparto del esfuerzo entre los estados.