La Comisión Europea se plantea reglamentar las actividades de producción de complementos alimentarios destinados al ganado para acabar con las reiteradas contaminaciones accidentales por dioxina que se producen en la Unión Europea (UE), según han indicado fuentes oficiales. La dioxina es un producto químico altamente tóxico y cancerígeno, que se acumula en las grasas y los tejidos blandos.

La actual contaminación descubierta en Alemania, ha subrayado el Ejecutivo comunitario, no ha planteado ningún riesgo para la salud de la población, ya que los animales y huevos contaminados no han llegado al mercado y los productos exportados a Francia tenían unos niveles tolerables de dioxina.

La Comisión Europea estudia obligar a los fabricantes a separar físicamente las actividades de producción de grasas destinadas a la alimentación del ganado de las grasas destinadas a la industria, ya que la producción de ambos tipos de grasa en las mismas instalaciones es responsable de la reciente contaminación alimentaria de dioxina descubierta estos días en Alemania y de los otros casos detectados en los últimos años en otros países, como Bélgica, Italia e Irlanda.

BLOQUEO DE 4.700 GRANJAS

Alemania, que se ha visto obligada a bloquear unas 4.700 granjas debido a la contaminación de los piensos con dioxina, también ha reclamado una normativa europea que prohíba la producción en una misma fábrica de grasas para el ganado y grasas para la industria. La Comisión Europea ha calificado de "decepcionante" la reunión que había mantenido con los representantes del sector de piensos, porque no presentaron ninguna propuesta concreta para evitar que esas contaminaciones no vuelvan a reproducirse.

El Ejecutivo comunitario ha dado de plazo hasta final de mes al sector de piensos para presentar medidas voluntarias efectivas. Si no recibe una respuesta adecuada presentará una normativa europea más estricta. Además de los huevos y de las gallinas ponedoras, la contaminación de dioxina ha afectado también al menos a una granja de cerdos, ha reconocido el Land de Baja Sajonia. Las autoridades alemanas han sometido también a examen diferentes muestras de carne de ave y de leche, lo que podría ampliar aún más el nivel de contaminación.

El foco de la contaminación parece estar ubicado en la empresa Harles und Jentzsch, donde se emplearon grasas de uso industrial que contenían dioxina para fabricar complementos alimenticios para el ganado.