Las campañas de promoción del uso del preservativo impulsadas por el Ministerio de Sanidad han sido recientemente motivo de una agria controversia con la jerarquía de la Iglesia.

SEGURIDAD

Sanidad lanzó en diciembre una campaña para prevenir el sida, especialmente dirigida a los jóvenes y las mujeres, apelando a la práctica del sexo seguro. El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, dijo de inmediato que se trataba de una incitación al "sexo promiscuo" y aseguró que, lejos de tratarse de un sistema totalmente eficaz para evitar la transmisión de la enfermedad, el riesgo de contagio se elevaba al 15%. "Sólo la sexualidad que se ejerce con responsabilidad y fidelidad evita el contagio. El ideal es el amor fiel", añadió.

IRRESPONSABILIDAD

La ministra de Sanidad, Elena Salgado, apeló a la responsabilidad al recordar que la batalla contra la pandemia es "a vida o muerte" y advirtió de que lanzar "mensajes equívocos respecto a la mayor o menor eficacia del preservativo tiene una cierta irresponsabilidad".

ATENTADO

La consejera catalana de Salud, Marina Geli, acusó entonces a la Iglesia católica de "atentar contra la salud pública" a través de los mensajes en los que ponía en duda la eficacia del preservativo para combatir el sida.