La madrugada del Lunes 14 de julio del 2003 será recordada como la noche en la que desaparece el trobador que ha llevado los ritmos cubanos más lejos. Máximo Francisco Repilado, cuyo sobrenombre musical era Compay Segundo, murió en La Habana a los 95 años como consecuencia de la insuficiencia renal que le había llevado a anunciar unas semanas atrás, que tendría que alejarse de la música.

Los restos del músico serán llevados a Santiago de Cuba, cerca de su localidad natal, para ser enterrado según sus deseos. Las últimas horas del fallecido transcurrieron acompañado de sus familiares y amigos más cercanos.

Compay comenzó su carrera musical muy pronto aunque no fue hasta mediados de los 90 cuando le llegó el reconocimiento y la fama internacional, multiplicándose de forma importante sus compromisos musicales. El cambio en su situación estuvo motivado por su aparición en el proyecto Buena Vista social Club , una recopilación de canciones interpretadas por músicos cubanos de gran calidad pero con poca difusión fuera de su país, informa Efe.

El proyecto lo lideró el guitarrista estadounidense Ry Cooder (conocido por su participación en la película de Wim Wenders, Paris-Texas ) con la intención de dar a conocer paraísos musicales que aún permanecían en silencio para el público internacional. En el disco, que consiguió un Premio Grammy en 1997, se incluían las aportaciones de Elíades Ochoa, Ibrahim Ferrer y Rubén González.

CARACTER LATINO

La vitalidad y la humildad siempre han sido características presentes en Compay Segundo. De hecho, en la celebración de su último cumpleaños decía: "Tengo 95 años y, por favor, quiero tener un hijo más. No estoy cansado de la vida". La lealtad a sus orígenes además de unas contagiosas ganas de vivir se han mantenido constantes en la dilatada vida de este músico.