El general franquista Juan Yagüe ha pasado a la historia con el sobrenombre del carnicero de Badajoz , por la sangrienta represión que protagonizó tras la toma de la capital pacense al comienzo de la Guerra Civil . De la cruenta batalla a orillas del Guadiana y la posterior matanza, en agosto de 1936, los historiadores censan en la capital pacense más de 4.000 muertos, entre combates y fusilamientos, a manos de la columna de legionarios que dirigía Yagüe. Un libro intenta ahora, sin embargo, lavar la imagen del general destacando su faceta "humana" y "reconciliadora" en varios momentos del franquismo. En la obra, titulada El General Yagüe: imágenes inéditas , se destaca que este militar se atrevió, en plena contienda, a pedir generosidad y clemencia con los presos y condenados a muerte. Así lo explicó ayer a Efe desde Valladolid María Eugenia Yagüe, uno de los seis hijos del general y autora del libro.

"Un año antes de terminar la guerra, Juan Yagüe (siendo jefe del I Cuerpo de Ejército Marroquí), se atrevió a pedir perdón y reconciliación", defiende María Eugenia Yagüe, aludiendo al un discurso que pronunció el militar en Burgos y del que se conserva documentación.

"Hay que tener el alma grande y saber perdonar (...) Yo pido a las autoridades que revisen expedientes y revisen penas (...) que vayan poniendo en libertad a esos hombres para que devuelvan a sus hogares el bienestar y la tranquilidad, para que podamos empezar a desterrar el odio (...)", dijo en abril de 1938, este jefe militar en el Teatro Principal de Burgos.

Este discurso centra uno de los capítulos del libro El General Yagüe: imágenes inéditas , editado por la Fundación Yagüe. Su autora lo ha redactado con un amplio fondo gráfico no publicado antes. Su objetivo, asegura, ha sido restaurar la dignidad y resaltar la faceta "humana y social" de quien ha pasado a la historia como el carnicero de Badajoz .

Aquella atrevida alocución en Burgos y nuevas desavenencias con el general Franco, le costaron a Yagüe un confinamiento de varios meses en su localidad natal, San Leonardo (Soria).

Maria Eugenia Yagüe no entra en el sangriento episodio de la capital pacense, al que alude como "la leyenda de Badajoz". "Una guerra es una guerra", asegura sobre este asunto la escritora e hija del general, quien pone el acento en la vertiente humana de su progenitor en sus primeros destinos en Africa, como militar leal a la II República en las revueltas de Asturias y en algunas de las batallas decisivas de la Guerra Civil (1936-1939) como la del Ebro. Todo ello, con el apoyo gráfico procedente de un archivo familiar que en la actualidad, desde hace casi tres años, custodia la Junta de Castilla y León con el compromiso de digitalizarlo antes de restituirlo a sus propietarios.

El general Juan Yagüe fue uno de los militares golpistas y altos cargos del franquismo a los que la Audiencia Nacional, por iniciativa del juez Baltasar Garzón recientemente imputó por delitos contra la humanidad durante la Guerra Civil.

La Ley de Memoria Histórica obligó en 2009 a retirar un monumento dedicado al general Yagüe en su pueblo natal de San Leonardo, así como a borrar su nombre de la ciudad deportiva militar que mandó construir en Burgos en los año cuarenta, cuando era jefe de la VI Región Militar, con sede en esa capital.

Más paradójico es que hasta el 21 de diciembre de 2009, Yagüe fuera hijo adoptivo de Badajoz, título que se le quitó por acuerdo del pleno municipal. Antes, en 2009, se la había quitado su nombre a una de las calles del casco viejo pacense, que ahora se llama Santa Lucía.