Pedro Alonso, investigador el Centro de Salud Internacional del Hospital Clínic de Barcelona, aseguró ayer que dentro de cinco años podrá estar lista y aplicarse a escala mundial una vacuna contra la malaria. "Sólo queda probarla en niños menores de un año, lo que se hará en las próximas semanas, y hacer otro ensayo clínico que sería definitivo", anunció Alonso en la reunión científica internacional que ha congregado en Madrid a destacados expertos.

Alonso explicó que los primeros ensayos de la vacuna contra la malaria, realizados en 2.000 niños mozambiqueños de 1 a 4 años, demostraron una eficacia de hasta un 58% en la forma más grave de la enfermedad. "Vamos a evaluar si la vacuna tiene la misma seguridad, inmunidad y eficacia en menores de un año, ya que la malaria afecta desde las primeras semanas de vida", subrayó el experto.

La investigación cuenta con el apoyo de la multinacional farmacéutica GlaxoSmithKline, propietaria de la patente, la aportación financiera de la Fundación Bill Gates y el respaldo de la OMS. "Antes de un año se habrán hecho avances importantes", confió Bernard Nahlen, coordinador para esta enfermedad del organismo, que este año dedica 500 millones a su control.

Para Juan José Picazo, jefe de microbiología del Hospital Clínico de Madrid, hay "esperanzas fundadas" en el mundo de que en breve se dispondrá de una vacuna eficaz. A su juicio, sería la única manera de frenar esta enfermedad, presente en 90 países, que afecta a 500 millones de personas cada año y causa más de 2 millones de muertos (la mitad niños). "Lo ideal sería vacunar a los recién nacidos, sobre todo en los países de Africa donde el parásito que provoca la enfermedad es endémico", propone.

Según los especialistas, los adultos que sobreviven a la infección desarrollan defensas, por lo que la vacuna no sería tan necesaria para este grupo ni para las personas que viajan a estos países, donde existe la alternativa de los fármacos preventivos y de la profilaxis.