La vacuna contra el virus de papiloma humano (VPH) que causa el cáncer de cuello de útero, cuya comercialización en Europa fue aprobada ayer por la Agencia Europea del Medicamento, podría incluirse de inmediato en el calendario de vacunación escolar de las niñas españolas en el curso 2007-2008.

Los responsables de Salud Pública de las comunidades autónomas analizarán el próximo lunes en el Ministerio de Sanidad la conveniencia de que este preventivo se administre a las adolescentes españolas.

La nueva vacuna, diseñada por la farmacéutica Merck y comercializada en Europa por Sanofi Pasteur con el nombre de Gardasil, evita un 70% de los contagios de dos tipos de VPH y un 90% de las verrugas genitales, según indican los estudios previos a su autorización. Esta vacunación no podrá sustituir a los análisis periódicos --las citologías o Papanicolau-- que en la actualidad detectan una infección por el VPH, ya que existen hasta 120 subtipos distintos de este virus, advirtió Carmen Cabezas, subdirectora de promoción de la salud de Cataluña.

"Esta vacuna es buena y debería administrarse a las niñas antes de que inicien sus relaciones sexuales --añadió Cabezas--. Pero su eficacia no es completa y hemos de analizar si es tan ventajosa como la que prepara el laboratorio Glaxo Smith Kline". El coste Gardasil oscila entre los 300 y los 500 euros.

El virus del papiloma se transmite en las relaciones sexuales y afecta, en algún momento de la vida, a más de un 70% de las mujeres y a un número indeterminado de hombres, con mayor incidencia en los países pobres. Un 90% de los contagios se superan espontáneamente, pero cuando la infección es reiterada da lugar a células precancerosas.