Los científicos ya han dicho lo que tenían que decir y ahora les toca el turno a los políticos. Después de tres conferencias (París, Bruselas y Bangkok) que certificaron a principios de año la mala salud de la Tierra en materia climática, la mano del hombre como principal responsable del proceso y la necesidad de actuar con urgencia para evitar el desastre, el IPCC --el grupo de clima de la ONU-- se reúne a partir de mañana en Valencia para aprobar un documento de consenso con prioridades. "Ya sabemos qué es lo que hay que hacer para frenar el cambio climático, pero aún se discute cuál ha de ser el orden de los pasos", resume Teresa Ribera, directora general de la Oficina de Cambio Climático en España.

DOS EJEMPLOS En dos casos hipotéticos, añade Ribera, no es lo mismo decir que la energía nuclear o el confinamiento del carbono bajo tierra son alternativas complejas y situarlas en el último folio del informe, que decir que son alternativas excelentes y ponerlas al principio. Y tampoco es lo mismo consignar que las islas del Pacífico sean el ámbito geográfico más amenazado, que poner simplemente "uno de los ámbitos amenazados".

El texto definitivo se ha de aprobar por mayoría absoluta, lo que puede suponer edulcorarlo y prescindir de los aspectos considerados más controvertidos. La semántica importa mucho. "Aquí se van a discutir hasta las comas --insiste convencido el jefe de la delegación española, Arturo Gonzalo Aizpiri, secretario general para la Prevención del Cambio Climático--. Sí, lo fundamental ya lo suscribieron los científicos en las reuniones anteriores, pero el texto que se apruebe esta semana en Valencia se convertirá en el referente internacional".

El Informe de Síntesis , que así se llama, será el documento que en los próximos años se empleará como fundamento científico en las reuniones políticas y el que tendrá mayor trascendencia pública. La cumbre de Valencia, en la que participan 450 delgados gubernamentales de 130 países, concluirá el sábado.

La trascendencia de esta reunión también se verá reforzada por la presencia poco habitual del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, que será el encargado de clausurar las sesiones. En la ceremonia de apertura estarán presentes la vicepresidenta española, María Teresa Fernández de la Vega; la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona; y el presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, así como el presidente del IPCC, Rajendra Pachauri, y el secretario de la Convención de la ONU sobre Cambio Climático.

El IPCC, en el que directa o indirectamente colaboran más de 2.000 científicos, acaba de ser galardonado con el Premio Nobel de la Paz --compartido con Al Gore--, lo que "añade más relevancia si cabe a sus conclusiones --añade Gonzalo--. Creo que será un revulsivo en la lucha contra el cambio climático".