El que iba a ser "un día histórico" en la investigación española, en palabras de Bernat Soria, director del Banco Celular Andaluz, ha quedado finalmente empañado por las críticas del PP, a las que se han unido las de la Comunidad Valenciana. Tras las numerosas trabas a la investigación, ésta opina que Andalucía ha ninguneado las células madre creadas en sus laboratorios al recurrir a las de Estocolmo.

Mientras Soria y Anngel Concha, director del Banco de Células Madre de Granada, recibían el ansiado material genético que abre las puertas a la investigación neurodegenerativa y terapias celulares, el diputado del PP Mario Mingo consideraba que la elección del Instituto Karolinska sueco como suministrador de las líneas celulares respondía a "criterios de color político", ya que en Valencia tienen estas células desde verano.

De nada han servido las explicaciones de Bernat Soria acerca de que se trataba de iniciar la investigación con "células bien caracterizadas, procedentes de un centro de prestigio y en las condiciones más adecuadas para un trabajo bien hecho". Por su parte, el conseller de Sanitat valenciano, Vicente Rambla, se lamentaba de esta decisión: "No se han dignado ni siquiera a preguntar por los trabajos que realizamos", afirmó.

DETALLE DEL PROCESO Ajenos a la polémica, en Granada los científicos detallaban el proceso a seguir una vez que las dos primeras líneas celulares han llegado a España, y que forman parte de la propia investigación. Según explicó Soria, las líneas celulares han llegado en un termo cerámico en una atmósfera de nitrógeno a 160 grados bajo cero.

Los dos viales de un centímetro cúbico, cada uno de los cuales tiene varios millones de células embrionarias, han sido transferidos a un contenedor de nitrógeno líquido, de donde en un plazo aproximado de tres o cuatro semanas se irán tomando para experimentar a medida que vayan creciendo y descongelándose. A continuación, se iniciará su diferenciación y caracterización celular para poder estudiar los mecanismos inmunológicos o porcentaje de tolerancia a injertos celulares.

Se estima que en un año el Banco de Granada generará células madre para utilizar en proyectos similares, como el de Sevilla, donde Soria centrará su investigación en obtener insulina para tratar la diabetes.