En Valencia no se habla de otra cosa. La suspensión de las Fallas a tres días del inicio de su semana grande como medida para contener la expansión del coronavirus supone un enorme 'shock' emocional y económico para una ciudad que ya estaba repleta de 'ninots' esperando en las esquinas de las calles a ser plantados, de carpas a punto de ser montadas y de habitaciones de hotel preparadas para un alud de turistas.

"Las consecuencias van a ser bestiales para todo el gremio", explicaba en À Punt Ràdio José Ramón Espuig, maestro mayor de los artistas falleros que advertía que, sólo en su ya castigado colectivo, las pérdidas serán de ocho millones de euros.

"Destrozará las cuentas de resultados de los hoteles", advertía a Efe Toni Mayor, presidente de la patronal HOSBEC. En este caso, el aplazamiento se une a la suspensión temporal de los viajes del Imserso, que tienen en la Comunidad Valenciana y en la ciudad de Benidorm uno de sus destinos predilectos.

Desde la Generalidad cifran en 700 millones de euros el impacto negativo que supone el conjunto de medidas adoptadas para tratar de frenar la expansión del virus, incluyendo el aplazamientos de las fiestas y esa suspensión de los viajes de la tercera edad.

Expansión madrileña

Pero el presidente de la Generalidad, Ximo Puig, ha insistido en la necesidad de tomar esta medida ante la previsible llegada de miles de turistas, fundamentalmente de Madrid, la zona con más casos (casi ochocientos frente a los 71 que registraba este miércoles la Comunidad)

"Hasta el último momento hemos intentado que se pudiera conciliar la salud pública, que es lo más importante, y la celebración de las fiestas pero todo lo que ha pasado, fundamentalmente en Madrid con ese crecimiento expansivo de la epidemia, ha hecho que tuviéramos que tomar esta decisión de acuerdo con los criterios de los expertos y de las autoridades del Ministerio. No podíamos asumir el riesgo de esa presencia masiva de personas, sobre todo, de la Comunidad de Madrid", ha explicado en una entrevista en la televisión pública valenciana.

Segun un informe presentado recientemente por el Ayuntamiento de Valencia, de los 754.354 visitantes nacionales que estuvieron en Valencia la semana grande de las Fallas de 2019 (del 15 al 19 de marzo), un 25%, es decir más de 150.000, llegaron de Madrid, que es la comunidad autónoma que encabeza una lista en la que Italia lideraba la de los visitantes extranjeros. La suspensión de las clases en las universidades madrileñas hacía prever una presencia aún mayor de jóvenes en busca de diversión.

Quemar las Fallas

"En unos casos hablamos de dinero, en otros casos no tiene arreglo no con dinero", apuntaba Espuig que recordada que los principales monumentos de las Fallas más grandes (y más caras) ya están en las calles, incluida por ejemplo la de la Plaza del Ayuntamiento, que por su particular diseño con movimiento de este año cree que no se puede retirar.

"Es imposible desmontarla porque tenía movimiento y se ha anclado al hierro, se han hecho soldaduras. Es más fácil quemarla y hacer una nueva que desmontarla", lamentaba tras subrayar que "si esta decisión se hubiera adoptado antes, habría afectado bastante menos".

El decreto de la Generalidad, publicado esta mañana en el Diario Oficial, recoge que se dispone "su aplazamiento" y el ayuntamiento de la capital ha indicado que se trabaja ya "en una alternativa consensuada con el mundo fallero y los sectores implicados" pero desde el Gremio advierten que es muy difícil hacerlo "sin saber cómo ni cuándo".

Como mal menor reclaman que las administraciones faciliten el almacenaje de los monumentos que aún no hayan salido de los talleres para que ellos puedan ponerse a trabajar ya en los de las Hogueras de Alicante del mes de junio.

Las comisiones falleras (hay 385 sólo en la ciudad de Valencia) han tenido que frenar la instalación de las carpas, muchas de las cuales estaban ya en camino desde fuera de la Comunidad Valenciana, que debían estar listas para las primeras grandes fiestas de este viernes y las múltiples verbenas que se iban a celebrar ya este sábado.

El musical es otro de los muchos sectores afectados, tanto las orquestas y pincha discos que debían amenizar estas fiestas como, muy especialmente, el de las bandas de música a las que se contrata para acompañar a las comisiones en sus actos más importantes. Los puestos de churros y buñuelos han amanecido este miércoles sin saber si abrir o no, inmersos en las mismas dudas que todos los afectados.

Más que Valencia

Aunque es en Valencia donde el impacto será mayor, las consecuencias serán igualmente graves en otras muchas localidades que celebran las Fallas. Se trata principalmente de municipios de la misma provincia como Torrent, Gandia o Xàtiva, pero también de algunas localidades del norte de Alicante, como Dènia o Xàbia.

Igualmente ha supuesto un enorme golpe para Castelló la suspensión de las fiestas de la Magdalena que debían empezar este fin de semana y que se iban a extender hasta el próximo 22 de marzo. La alcaldesa, Amparo Marco, ha anunciado una reunión para este miércoles con el resto de grupos del consistorio y "los colectivos fiesteros para adoptar medidas y planificación".