Todo quedó en un susto después de que, a las 13.02 horas de ayer, la tierra se moviera en buena parte del territorio valenciano. Miles de personas vieron cómo los muebles temblaban y los objetos se desplazaban. La sacudida duró cuatro segundos y se repitió cinco minutos después. Sólo lo sintieron las personas que se encontraban por encima de un cuarto piso, pero fueron suficientes para colapsar los teléfonos de emergencia y de los medios de comunicación, en busca de una explicación.

Un terremoto de 4,3 grados en la escala Richter y con su epicentro en el fondo marino a 30 kilómetros al este de la ciudad de Valencia, fue el causante de la alarma. Los principales edificios oficiales iniciaron rápidamente el desalojo.