El Vall d’Hebron Instituto de Recerca (VHIR) ha conseguido más de un millón de euros por la explotación de una patente, operación que constituye el beneficio económico más alto generado por una patente por parte de un centro de investigación en España. Este importe, según informó ayer la institución en un comunicado, se reinvertirá íntegramente en los trabajos que desarrolla el VHIR.

El VHIR, junto a la Universidad de Columbia de Nueva York, creó en el 2015 una terapia (denominada MT1621) para el déficit de TK2, una enfermedad minoritaria y neuromuscular en la que el 80% de los pacientes más graves fallecen a los dos o tres años del diagnóstico. No es lo mismo que la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), sino que se parece mucho a la atrofia medular espinal. En su forma más severa, los niños con déficit de TK2, durante el primer o segundo año de vida desarrollan una disfunción muscular que acaba en una pérdida de habilidades motoras.

«Se trata de una enfermedad muy grave y mortal. De momento se hace un uso compasivo de la terapia. El uso compasivo de un tratamiento se lleva a cabo para tratar enfermedades en las que no hay otra alternativa», explica Ramon Martí, jefe del grupo de investigación en Patología Neuromuscular del VHIR.