Pesa 62 toneladas, alcanza una velocidad de 72 km/h (45 millas/hora) y no es un vehículo cualquiera sino un carro de combate, una de las armas más temibles y versátiles en los campos de batalla: es el tanque Leopard 2, de fabricación alemana.

El blindaje y el peso de esta máquina de guerra hacen pensar que debe ser difícil de manejar, que debe tener poca movilidad y que detenerlo puede ser realmente complicado. Sin embargo, un grupo de soldados holandeses demostró, poniendo en riesgo sus vidas, que los frenos que equipan al tanque tienen una fiabilidad total. La prueba es un vídeo recuperado del 2014 y que en las últimas horas se ha vuelto viral.

Las imágenes -cuya autenticidad no se pudo verificar en su momento- muestran a 23 personas vestidas con traje negro en una carretera de tierra frente a la cámara. Al fondo aparece un tanque Leopard 2 que se dirige hacia ellos, acelerando. Todos mantienen la mirada al frente excepto dos: los situados en la tercera posición a la izquierda en ambas filas, que se giran cuando oyen al tanque acercándose, aunque recuperan su posición casi al instante. El tanque logra detenerse entre una nube de polvo a unos 3 o 4 metros de las filas humanas, en lo que parece que fue una prueba de fiabilidad de los frenos del carro de combate. Tras el frenazo final, la mujer y los hombres se dan la vuelta y aplauden mientras el conductor desciende del vehículo militar.