Melilla registró ayer la mayor avalancha de inmigrantes subsaharianos desde que se construyó la doble valla fronteriza, en 1999. Entre las 5.30 y las 6.30 horas, 500 africanos en grupos de 50 y 100 individuos se lanzaron de manera sincronizada al asalto de la alambrada en los distintos puntos en los que aún no se ha elevado la altura de tres a seis metros. A las diez de la noche, otros 500 inmigrantes repitieron el asalto. En ambos asaltos, unos 200 sin papeles lograron entrar en España. Entre ellos, había al menos 10 mujeres con sus bebés.

Según un comunicado de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma, el primer intento dejó 18 heridos: 6 agentes de las fuerzas de seguridad y 12 inmigrantes. No obstante, fuentes médicas aseguraron que hubo 20 subsaharianos heridos. Ese asalto se produjo entre el puesto fronterizo de Mariguari y los Pinares de Rostrogordo y fue precedido a las once de la noche del lunes por otro intento de 400 inmigrantes que fueron repelidos con contundencia por las fuerzas marroquís.

La semana pasada, la Guardia Civil ya disponía de informaciones que apuntaban a que los inmigrantes preparaban un intento masivo y sospechaba que en él podían participar hasta mil africanos. Los agentes creen que las avalanchas se volverán a repetir antes de que se termine la elevación de la verja. Para frenarlos, reforzarán la vigilancia de la alambrada con unidades especiales de la Guardia Civil.

CON BAYONETAS Con las de ayer, se han registrado este año ocho avalanchas masivas de africanos sobre la valla. A la desesperada, los subsaharianos apuestan por entrar en grandes grupos ya que creen que es su última posibilidad de pasar antes de que, en octubre, concluyan las obras de elevación de la verja, lo que complicará mucho el salto.

A pesar de usar abundante material antidisturbios y de actuar conjuntamente la Guardia Civil, la policía local y el Cuerpo Nacional de Policía, las fuerzas de seguridad no pudieron impedir que 100 subsaharianos lograran pasar a Melilla.

Las dos intentonas de ayer no pudieron ser abortadas por las fuerzas marroquís que, al carecer de material antidisturbios, golpean a los inmigrantes con sus fusiles, disparan cartuchos de fogueo o utilizan afiladas bayonetas con las que les hieren. De hecho, varios de los heridos que había ayer en Melilla lo eran de arma blanca.

En el comunicado, la Delegación del Gobierno explicó que los inmigrantes opusieron gran resistencia durante el primer asalto de ayer. Lejos de retirarse de la valla cuando se empleaba material antidisturbios, los subsaharianos intentaron una y otra vez saltar la verja con escaleras artesanales. De hecho, la Guardia Civil recogió 270 escalas en la alambrada.

Las autoridades subrayaron que la violencia de la acción "provocó desperfectos en el alambre de espino del vallado".