El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, subrayó ayer que lo peor que le puede pasar a una persona a la que el terrorismo le trunca la vida "es dejar de significar algo para los demás" y aseguró que a las víctimas "la sociedad les debe el recuerdo y la memoria". Vara hizo estas declaraciones en el acto de inauguración de las IX Jornadas de la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo (ASEXVITE), que se celebran en la localidad cacereña de Pinofranqueado.

La apertura del seminario contó también con la presencia del presidente de ASEXVITE, José María Antón; el alcalde de Pinofranqueado, José Luis Azabal; el asesor de Víctimas del Gobierno Vasco, Enrique Ullibarriarana; y la presidenta de la Asamblea regional, Blanca Martín.

CARIÑO Y AFECTO "Se lo debemos, el recuerdo y la memoria se lo debemos. No lo podemos olvidar aunque hayan pasado muchos años, es algo que nunca puede ir decayendo con el paso del tiempo", manifestó el jefe del Ejecutivo extremeño, quien trasladó a las víctimas el cariño, afecto y consideración de los ciudadanos de la región.

También afirmó que, aunque solo sea para reivindicar permanentemente la memoria, jornadas como estas "tienen sentido".

"Aunque solo viniéramos aquí para decir que os queremos, que no se os olvida, que os pasó por ser nosotros, no iba contra vosotros, sino contra todos nosotros, contra nuestro modelo de convivencia y de entender de la vida", explicó en otro momento.

Fernández Vara agregó que las jornadas como estas de Pinofranqueado pretenden "sensibilizar y fomentar la educación en valores" y apostilló que es en la escuela y en edades tempranas "el momento más idóneo para sensibilizar en todos los aspectos".

Además detalló que la violencia "es la consecuencia de creerse superior, del machismo, de la irracionalidad y de los más bajos sentimientos que pueda tener un ser humano" y abogó por afrontar esta lacra desde la formación, la educación en valores y el recuerdo diario a las víctimas, informa Efe.

LOS PUEBLOS Y COSTUMBRES De igual forma, valoró que el acto se haya celebrado en Las Hurdes, en Pinofranqueado, porque es en los pueblos en donde mejor se conservan las costumbres y tradiciones "como la de recordar a los que sufren porque los hicieron sufrir", dijo.

"Podéis contar conmigo, estamos ahí y debemos estar ahí siempre. No os podremos nunca devolver lo que se os quitó, pero sí conseguir que no os sintáis solos", aseveró.

Por último, subrayó que la sociedad "vive tiempos difíciles en los que se ha estado mucho tiempo buscando armas de destrucción masiva y se ha dado cuenta de que es el ser humano el que se pone explosivos y hace de su cuerpo una bomba".

Durante el acto fueron nombrados a dos Socios de Honor, Txema Urkijo y Fernanda Avila, y se entregaron los premios y certificados a los colegios que han participado en un concurso de murales por la paz.