El conocido ultraderechista Pedro Varela reabrió ayer las puertas de su librería Europa, en la calle de Séneca del barrio de Gracia de Barcelona. Una vez más, quedó en libertad acusado de apología al genocidio tras ser detenido, el lunes, por los Mossos d´Esquadra. En esta ocasión, no actuaron contra la librería, sino contra la editorial Ojeda, propiedad del acusado y que edita y distribuye a medio mundo libros de contenido xenófobo, neonazi y de negación del Holocausto.

Las investigaciones se iniciaron en octubre. El grupo de Información de la División de Investigación Criminal de los Mossos d´Esquadra descubrió que Varela estaba editando y distribuyendo libros desde su editorial. Los pedidos internacionales se realizaban a través de su web. El librero vendía principalmente a países sudamericanos, aunque también elaboraba ediciones en portugués, inglés y alemán, aseguró ayer el intendente de los Mossos, Joan Carles Molinero.

La historia de la editorial Ojeda es tan rocambolesca como la situación judicial de Varela. Hace siete años que Varela y los investigadores que le han detenido en reiteradas ocasiones esperan que el Constitucional resuelva sobre la sentencia de cinco años de cárcel a la que fue condenado en 1998 por un delito de apología al genocidio.

En este tiempo de larga espera e indefinición, Varela ha seguido vendiendo sus libros xenófobos y como tenía dificultades para encontrar material decidió editar sus propios panfletos. La editorial Ojeda fue creada a mediados de los año noventa por un capellán de Tibidabo y se dedicaba a la publicación de libros religiosos, que legó a Varela.