Los responsables de movilidad de los ayuntamientos de Málaga, Barcelona y Zaragoza han discrepado hoy sobre la posibilidad de que se imponga el uso del casco de la bici en ciudad, y mientras el primero se ha mostrado a favor, los otros dos han abogado por la utilización voluntaria de esta protección.

Tres concejales de estos consistorios han comparecido en la Comisión de Seguridad Vial del Congreso para ofrecer su opinión sobre el uso del casco.

La Dirección General de Tráfico propuso que este asunto se debatiera en el Congreso antes de incluirlo en el nuevo Reglamento de Circulación, aunque su responsable, María Seguí, es partidaria de la obligatoriedad del casco en las urbes.

Carmen Dueso, consejera de Movilidad del Ayuntamiento de Zaragoza, ha explicado el desarrollo de la bici en su ciudad, que ha pasado de tener 13 kilómetros de carril específico para este medio de transporte a 115.

A medida que ha crecido el uso de la bicicleta, ha disminuido el número de accidentes, según Dueso, quien ha considerado que la obligatoriedad del casco supondría "un claro retroceso" en los avances que se han producido en el fomento de la bici.

Para Dueso, el casco debe ser "recomendable", pero no obligatorio, ya que una reciente encuesta entre los usuarios de Zaragoza arrojó que solo un 17 % seguiría usando la bici si se aprobaba la imposición de este elemento de seguridad.

Desde el Ayuntamiento de Barcelona, su concejal de Movilidad, Eduard Freixedes, ha aludido al acuerdo unánime del pleno del Consistorio en el que se pedía a la Dirección General de Tráfico que reconsiderara su propuesta de imponer el casco en las urbes.

Al igual que la representante de Zaragoza, ha asegurado que "a más peatones y ciclistas, más seguridad para caminar en bici".

Además, Freixedes ha indicado que el mejor instrumento para impulsar la utilización de la bicicleta "no es la obligación a través de la ley, porque cuando obligas por ley, es la Policía la que tiene que actuar".

Sin embargo, el concejal de Movilidad del Ayuntamiento de Málaga, Raúl López, que también ha puesto en valor el plan especial del Consistorio para fomentar el uso de la bici, ha opinado que el casco "como medida de seguridad pasiva" debe incluirse como obligación.

"No evita accidentes, pero sí va a evitar posibles daños derivados de estos accidentes", ha recalcado López, quien ha insistido en que incluir el casco como obligatorio "no frenará el uso de la bicicleta", siempre y cuando se empleen medidas de apoyo a este medio de transporte.

López no ha descartado la posibilidad de contactar con empresas que dispensen cascos en los puntos de préstamo de bicicletas de los ayuntamientos y ha explicado que ya hay algunas "dispuestas a generar cascos plegables".