Un sorprendente optimismo reinaba ayer en el Vaticano sobre el rápido restablecimiento de Juan Pablo II, hospitalizado desde la noche del martes en la clínica Gemelli, pese a que ayer incluso necesitó ayuda para respirar debido a laringotraqueitis grave que le afecta. Incluso con un diagnóstico favorable, las fuentes oficiales explicaron que Karol Wojtyla deberá permanecer "por precaución algunos días en el hospital".

Los diez médicos del equipo oficial que trata al Papa guardaron ayer silencio a cal y canto, remitiéndose a los boletines oficiales y regresando a sus domicilios una vez cumplido con su deber. El portavoz papal, Joaquín Navarro Valls, precisó que "no existe ninguna situación de alarma, hoy por hoy", una puntualización que no escapó a los informadores ni a los médicos especialistas, que se preguntan si el Papa saldrá de ésta y qué consecuencias tendrá para su ya debilitado organismo.

"En una semana se restablecerá completamente", declaró el cardenal Giovanni Battista Re, ministro de todos los obispos del orbe católico. "En agosto realizará el viaje ya programado a Colonia (Alemania)", añadió Andrej Maria Deskur, el cardenal polaco más amigo del Papa. Citando "altas fuentes vaticanas", la agencia italiana Ansa dio ayer "por seguro" que recitará el Angelus del domingo, aunque sea desde el hospital.

LA OPINION DEL EXPERTO Sin embargo, según Luigi Allegra, uno de los máximos pneumólogos de Italia, "es difícil imaginar que el Papa vuelva a estar mejor que antes". De acuerdo con el especialista, "puede que no se haya producido ningún daño real, pero una inflamación de la laringe con catarro moviliza defensas que se sustraen a las que el Papa ya necesitaba para las enfermedades que sufre". En la misma línea, algunas fuentes vaticanas consideran que, "aun restableciéndose del todo, está claro que las recuperaciones son cada vez más a la baja".

Según el único boletín médico divulgado por Navarro Valls, durmió unas horas durante la noche. Y por la mañana, poco antes de concelebrar la misa desde la cama junto con su secretario, tenía unas décimas de fiebre. "Los parámetros cardiorrespiratorios y metabólicos son normales", leyó Navarro, rechazando acto seguido tener que desmentir "muchas cosas que la prensa ha publicado", aunque excluyó taxativamente que al Papa se le hubiese hecho un TAC "y mucho menos una traqueotomía". En el boletín se precisa que "han continuado las terapias de asistencia respiratoria, que han permitido la estabilización del cuadro clínico", lo que significa que ha sido "ayudado a respirar", probablemente con oxígeno o incluso cortisona.